S. JIMÉNEZ | M. OLMEDO 2/6/2025
Vecinos de esta localidad de Ciudad Real mantienen un pulso contra administraciones y empresas promotoras ante la acumulación de proyectos contaminantes a pocos metros de sus casas, una planta de residuos sanitarios ya en marcha y dos de biogás en trámite, que ponen en jaque su bienestar.
CIUDAD REAL.- Los vecinos de la localidad ciudadrealeña de Socuéllamos, de algo más de 12.000 habitantes, se sienten acorralados. A la reciente inauguración de una planta de tratamiento de residuos sanitarios peligrosos, se suma la amenaza de instalación de dos plantas de biometano, ambas en la misma zona, el paraje de El Aliagar, y también las dos a una distancia de apenas dos kilómetros del núcleo urbano del municipio.
Proyectos, uno ya consumado y otros dos en el horizonte, con los que sienten que se está poniendo en riesgo su salud, al llevar a apenas unos cientos de metros de sus hogares residuos peligrosos procedentes de hospitales de todo el país para ser tratados, por una parte; y por otra desechos orgánicos como estiércol o animales muertos, lodos de aguas residuales, para obtener metano.
Una amenaza que ven muy cerca y a la que suman también los gases no deseados, y tóxicos, que lleva aparejada la producción del metano, como son el amoniaco, el dióxido de carbono o el sulfuro de hidrógeno, los cuales se serían sometidos a otro tratamiento para su eliminación.
Basura hospitalaria, sin tener hospital
Era el pasado 31 de marzo cuando se presentaba la polémica planta en un acto al que no faltaron representantes del Ayuntamiento y del Gobierno regional, bendiciendo así esta iniciativa anunciada como 'pionera' en la gestión de residuos sanitarios. Una paradoja, si así se mira, para una localidad que no tiene centro hospitalario
Un proyecto avalado por la firma andaluza Athisa Biogeneración, que en su nueva planta de Socuéllamos aplicará su innovador sistema de tratamiento de residuos citostáticos sólidos, a los cuales se aplicará un 'oxidante sin rastro', similar al ozono, evitando la generación de subproductos nocivos al no emplear la incineración y siendo su impacto ambiental "mínimo", según argumentan.
Junto a ello, también llegarán a esta planta efluentes líquidos hospitalarios peligrosos, provenientes de fármacos utilizados principalmente en tratamientos de quimioterapia y que actualmente se vierten al alcantarillado. Para ello, la compañía habría diseñado un váter basado en tecnología 'no mix', para evitar su mezcla con otras aguas residuales del hospital.
Pero no solo, puesto que también el tratamiento de residuos punzantes y cortantes, como agujas, está en su futura cartera de servicios. Para ello, según apuntaban desde la compañía, este material sería esterilizado en el reactor y los metales valiosos recuperados, en lugar de ser enviados a vertederos.
Residuos todos ellos a tratar en esta planta socuellamina, en cuya ubicación ha sido determinante la posición estratégica del municipio, al considerar los promotores que supondrá una reducción de costes de transporte y una disminución de las emisiones de CO2.
Pese a ello, los vecinos de Socuéllamos ven con recelo esta planta de tratamiento, enclavada en el polígono industrial El Llano, a menos de un kilómetro del núcleo urbano, a la que llegarán residuos tóxicos procedentes de todo el país.
Más de 500 toneladas diarias
Y ahora junto a ello, planean sobre esta localidad ciudadrealeña dos proyectos para la instalación de sendas plantas de biometano.
La primera de ellas, a ubicar a 2,24 kilómetros del casco urbano, procesaría entre 100 y 150 toneladas de residuos al día. Una iniciativa promovida por Bravoita SL, empresa ciudadrealeña constituida a finales de 2023, en cuyo objeto social figuran, entre otros, la producción de energía eléctrica de otros tipos y las actividades de apoyo a la ganadería, siendo socio único otra compañía de la provincia, Engytek Energy Sociedad Limitada, que entorno a las mismas fechas ampliaba su objeto social para incluir la fabricación de gases industriales y la producción de gas.
La segunda de ellas, promovida por Queimada Investments S.L. (forma parte de un holding empresarial, que opera en sectores muy diversos que se prevé instalar en el mismo paraje que la anterior), se estima que procesaría 145.000 toneladas de residuos al año, esto es 397 toneladas diaria, triplicando así las dimensiones de la primera.
Proyectos contra los que han levantado la voz desde la plataforma Stop Biometano Socuéllamos, mostrando su rechazo a la instalación de este modelo de planta, que consideran impuesto desde el Gobierno regional, "alineado con las grandes gasistas y energéticas".
No quieren así en su municipio sufrir la emanación de malos olores ya constatada en otras plantas de biogás, derivados no solo de la gestión de las instalaciones, sino del incorrecto almacenamiento de los residuos orgánicos y del propio transporte de los desechos.
Pero tampoco por el riesgo que supone su instalación, ya sea por la posibilidad de que los residuos contengan metales pesados o fitotóxicos, como por el peligro añadido que pueden suponer para el acuífero y los ecosistemas dependientes de él, debido a la cercanía de una de las plantas proyectadas a un punto de captación de agua potable municipal.
Rechazan el "falso discurso" de la descarbonización y la economía circular en que se basan, al ignorar las emisiones que se generan en el proceso; así como el continuo trasiego de vehículos pesados que supondría la llegada de estas plantas al municipio.
Asimismo denuncian el "lavado verde" que con este tipo de instalaciones se hace para una actividad insostenible como es la ganadería industrial, inexistente hasta ahora en el municipio, pero que podría llegar de la mano del biometano.
Y es que, temen los vecinos no solo los problemas que puedan generar estas instalaciones de producción de biogás, sino también el efecto llamada que pudieran tener para las macrogranjas, lo cual iría en detrimento del entorno y de su producción agrícola, así como de la salud y la calidad de vida de los habitantes de la zona.
Problemas para los vecinos y beneficio "solamente a fondos de inversión promotores, operadoras gasistas y energéticas", argumentan desde la plataforma Stop Biometano Socuéllamos.
Por todo ello, exigen la paralización y desestimación total de ambos proyectos al considerarlos no sostenibles, y el blindaje del municipio frente a ellas con una normativa al efecto. Abogan por el fomento del tratamiento de los residuos agrícolas y ganaderos desde un enfoque más local y a pequeña escala, e instan al Ayuntamiento de Socuéllamos a pedir la retirada del Plan Regional de Biometanización de Castilla-La Mancha 2024-2030.
Un plan, cabe recordar, que contempla sumar a las cinco plantas de biometano ya autorizadas, dar luz verde a otras 44 (dos de ellas las proyectadas en Socuéllamos), tal y como apuntaba hace unos meses la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, quien defendía frente a las críticas la "hoja de ruta" del Ejecutivo regional que contempla un potencial de 8,1 teravatios/año y una capacidad de valoración de materia orgánica vía metanización de 15,7 millones de toneladas anuales.
Contexto en el que los socuellaminos tienen claro que no quieren que su pueblo termine convertido en un vertedero, un punto al que lleguen camiones cargados de residuos, ya sean hospitalarios con productos tóxicos, cadáveres de animales, estiércol o lodos de aguas residuales.
"Primer paso" hacia la paralización
Preocupación y malestar de los vecinos que se trasladaba el pasado miércoles al pleno municipal en el que se aprobaba una moción presentada por el PSOE, a la que después se sumaba el PP (partido que gobierna con Vox en el Ayuntamiento), así como una de las concejalas de la formación ultra -no así sus tres compañeros que se abstuvieron- para paralizar la instalación de las dos plantas de biometano. Para ello, la moción incluye la modificación de las normas subsidiarias de urbanismo, que ahora corresponde materializar al equipo de Gobierno, formado por el bipartito.
Un movimiento celebrado desde la Plataforma, que considera "un primer paso", aunque reconocen que ahora queda trabajar en esas modificaciones que impidan la instalación de las plantas de biogás.
Esta problemática también está presente en otros pueblos de la provincia, como Torralba de Calatrava, donde también sus vecinos se levantado contra el proyecto de construcción de una planta de biometano a apenas dos kilómetros del núcleo urbano.
Voces que se levantan contra un modelo que consideran que, al igual que el de las macrogranjas, pone en riesgo el futuro de sus pueblos, la salud y la calidad de vida de los vecinos. Rechazo social que este sábado también quería estar presente en la celebración del Día de Castilla-La Mancha, por lo que cientos de personas, convocadas por las distintas plataformas y movimientos vecinales contra las plantas de biometano y la ganadería industrial, se desplazaban a Albacete, donde se celebraba el acto institucional del Día de la Región.
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