jueves, 20 de julio de 2017

Miguel Blesa y Caja Madrid.

1.- Miguel Blesa enlazó dos pelotazos en su vida, aunque gigantescos: hacerse amigo de Aznar e ingresar millones por su desastrosa gestión de Caja Madrid.

Aznar con Miguel Blesa y Carmen Cafranga
Aznar con su puro, con Miguel Blesa y con Carmen Cafranga, presidenta de la Fundación Caja Madrid.

La oposición al cuerpo de inspectores de Hacienda es exigente, sin duda, pero es también una inversión para toda la vida. En el caso de Miguel Blesa –nacido en Linares hace 69 años–, fue algo más: su primer pelotazo. Le permitió conocer a José María Aznar durante la preparación para el examen, hacerse amigo de él y obtener años más tarde la recompensa. En términos monetarios, eso significó pasar de ganar mucho dinero a ser millonario.
En la década 1986-1996, se dedicó a trabajar como asesor fiscal y experto en Derecho Tributario. Su función consistía en conseguir que las empresas que le contrataban pagaran pocos impuestos. Es legal, es legítimo, pero no es precisamente lo que te da los puntos y la reputación necesarias para alcanzar uno de los grandes puestos del sistema financiero.
Sin embargo, el capitalismo español de las grandes empresas y de los grandes amigos tiene sus propias reglas, y en pocos sitios era tan fácil implantarlas como en las cajas de ahorro. El PP ganó las elecciones en marzo de 1996, y seis meses después Aznar colocó al frente de Caja Madrid a su compañero de oposiciones. Había sonado para varios cargos (Argentaria, Telefónica o Endesa), y todos se parecían en algo: empresas públicas que el Gobierno presuntamente liberal de Aznar pretendía privatizar con bicho dentro. El   bicho  era el presidente, que se quedaría en la compañía sabiendo muy bien a quién debía tanto honor y tanto sueldo.
"Aznar sólo tenía dos amigos íntimos: Juan Villalonga y Miguel Blesa", asegura un importante dirigente del PP. Pero a diferencia de Villalonga, que voló demasiado alto en Telefónica y acabó quemándose, Blesa supo manejarse bien en el mundo de la política madrileña donde el brillo y el barro son difíciles de distinguir. El presidente de Caja Madrid se movió con la habilidad del   insider  que sabe qué tiene que ofrecer a cada interlocutor en cada momento. A los suyos, lo que quisieran. A los otros –los partidos de la oposición y los sindicatos–, lo que fuera necesario para tenerlos contentos.
Y no se puede negar que el pacto con CCOO e IU que permitió su nombramiento dejó muy satisfechos a María Jesús Paredes, líder de la federación bancaria de CCOO, y a José Antonio Moral Santín, consejero en representación de IU. Ahora en IU muchos tuercen el gesto cuando oyen el nombre de Moral Santín y hace unos pocos años en CCOO se quedaron de piedra cuando   Público   reveló el inmenso patrimonio inmobiliario  de Paredes y de su marido, nada habitual entre sindicalistas liberados. Son nombres de una época oscura por la que ha habido que pagar un precio muy alto.
Nadie salía perdiendo si estaba cerca de Blesa. Los directivos de la caja, desde luego que no. Su crecimiento desaforado regó los bolsillos de los consejeros. En 2009, último año de su reinado, el Consejo de Caja Madrid cobró 12,4 millones, 4,6 veces más que cuatro años antes. El Consejo, como Bankia después, se llenó de políticos, personajes ya acabados en el partido a los que había que hacer un sitio por los servicios prestados o para que siguieran callados. Un nutrido grupo de militantes del PP vivía de los sueldos de Bankia. FAES también recibía su parte de la tarta. Blesa tenía muchas maneras de pagar su deuda con Aznar.
Y todo por conducir a la entidad financiera a la senda de la aniquilación.
Blesa puede presumir de que los últimos beneficios anuales con él al mando fueron de 360 millones de euros. Era cuando el motor estaba a punto de reventar. Suponía el 3,7% de los recursos propios, cuando en 1995 la caja había ganado el 11,5%. Pero en esa época las inversiones eran más sensatas y sostenibles.
Con Blesa, Caja Madrid   absorbió todo el crédito  que pudo de lo que ofrecían los bancos del norte de Europa. Pasó de invertir en deuda pública española e inundó de créditos hipotecarios el mercado. Justo antes del estallido de la burbuja, esas hipotecas alcanzaban los 49.000 millones de euros. Todo eso se iba financiando con el dinero que llovía desde Alemania. Se supone que a eso hay que llamarlo burbuja, pero cuando la entrega de dinero a los usuarios sólo se puede financiar con el dinero que se ingresa cada mes desde fuera, se suele utilizar el concepto de   esquema Ponzi.
Por cierto, hablando de estafas piramidales,   Bernie Madoff  acabó en prisión. Blesa acabó con una indemnización de 2,8 millones de euros tras abandonar Caja Madrid en enero de 2010 (para un total de 12,4 millones ingresados por los tres últimos años). Los dos   bancos del PP  (Caja Madrid y Bancaja) se unieron para sobrellevar el hundimiento, y eso sólo hizo que la catástrofe fuera mayor y que la nueva entidad tuviera que pedir 22.000 millones en fondos públicos.
En 2017, Blesa fue condenado por la Audiencia Nacional  a 6 años de prisión por el caso de las tarjetas black, junto al ex presidente de Bankia, exdirector gerente del FMI y exvicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, que recibió una condena de 4 años y 6 meses de prisión. Se encontraba en libertad a la espera de la resolución del recurso que interpuso ante el Tribunal Supremo.
NOTA:
Este perfil fue publicado el 11 de diciembre de 2013. Hoy, tras la muerte de Blesa, ha sido actualizado con la condena de la Audiencia Nacional.
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2.- Ignacio Escolar · ¿Qué pasa con los juicios y sentencias pendientes de cumplir de Blesa tras su muerte? Si no renuncia a la herencia, la familia puede acabar asumiendo las multas. 19/07/2017 - http://www.eldiario.es/politica/responsabilidad-penal-Blesa-extingue-continua_0_666684237.html
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3.- La muerte de Blesa pone a salvo su botín 20/07/2017 13:26  EDUARDO BAYONA http://www.publico.es/politica/miguel-blesa-muerte-blesa-pone-salvo-botin.html
 El fallecimiento extingue cualquier responsabilidad criminal y las eventuales obligaciones económicas subsidiarias del banquero, que nunca llegó a ser condenado en firme.
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4.- ADEMÁS: Alejandro Requeijo María Peral Daniel Montero  20 julio, 2017 ¿Accidente o suicidio? Los Blesa ya no perderán sus bienes por las causas penales http://www.elespanol.com/espana/20170719/232477587_0.html


El fallecimiento del expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, extingue su responsabilidad penal en los tres procesos por corrupción que pesaban sobre él, de manera que también desaparecen las responsabilidades civiles derivadas de los delitos que se le atribuían y de los que no ha sido declarado autor en sentencias firmes.
Miguel Blesa, que vivía de su pensión de la Seguridad Social como jubilado, tenía embargado todo su patrimonio, tanto bienes inmuebles como cuentas corrientes, en el procedimiento conocido como caso de la tarjetas black y también en las diligencias abiertas en el Juzgado de Instrucción número 45 de Madrid por los sobresueldos presuntamente cobrados por el comité de dirección de Caja Madrid en la época en la que él era presidente de la entidad.
Su patrimonio consistía, según los registros públicos, en seis propiedades en Madrid, San Lorenzo del Escorial y Jaén. Según una información de El Economista, estas propiedades están valoradas en seis millones. La más valiosa es una parcela de 700 metros construidos en la urbanización de La Florida, una de las zonas más exclusivas de Madrid. Además, en el año 2014, los técnicos de Hacienda calcularon que Blesa cobró entre 2003 y 2011 casi 20 millones de euros.

El precedente de Jesús Gil

El embargo acordado en el caso de las tarjetas black por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu -que le impuso una fianza de 16 millones de euros que Blesa no pudo pagar- le obligaba a solicitar autorización del Juzgado para cualquier pago bancario, incluidos los gastos de luz o agua de su casa. Esa situación se ha prolongado desde octubre de 2014, pero ahora los embargos deberán levantarse tras su muerte y su familia podrá disponer de esos bienes. En el caso del fallecimiento del exalcalde de Marbella, Jesús Gil, por ejemplo, la Justicia sí reclamó a sus herederos cien millones de euros. La diferencia en ese caso es que ya había una condena firme contra Gil.
En el caso de las tarjetas black, Blesa optó por reintegrar, antes de la celebración del juicio, los 436.688,42 euros cuya apropiación indebida le imputó el fiscal. Ese dinero no será devuelto a los herederos de Blesa, estiman fuentes jurídicas consultadas por EL ESPAÑOL, ya que fue entregado como pago efectivo y no de forma preventiva por si fuera condenado.
La sentencia dictada por la Audiencia Nacional el pasado febrero en el caso de las tarjetas black condenó a Blesa y a su sucesor, Rodrigo Rato, a responder conjunta y solidariamente con el resto de condenados de los 12,5 millones indebidamente percibidos entre 2003 y 2012. Blesa hubiera tenido que satisfacer la cantidad correspondiente a su etapa de presidente (2003-2010) descontando los montantes satisfechos por los usuarios de las tarjetas que sean finalmente condenados. El Tribunal Supremo aún no ha resuelto los recursos de casación interpuestos contra el fallo de la Audiencia Nacional, por lo que este asunto, para Blesa, queda imprejuzgado (no juzgado).

El cadáver en el anatómico forense

En el procedimiento por los sobresueldos, el fiscal acusaba al expresidente de Caja Madrid de un delito de administración desleal. Le pedía una pena de cuatro años de cárcel y 8,5 millones de euros en concepto de responsabilidad civil que, en caso de haber sido condenado, hubiera tenido que pagar solidariamente con el otro acusado, Ildefonso Sánchez Barcoj. El tercer procedimiento, relativo a las participaciones preferentes de Caja Madrid, aún estaba en instrucción, por lo que no se habían establecido responsabilidades civiles.
Las autoridades certificaron la muerte de Blesa a las 8.40 horas de la mañana de este miércoles y desde la finca fue trasladado al instituto anatómico forense de Córdoba por orden del Juzgado de Instrucción Número 2 de Peñarroya-Pueblonuevo que dirige el magistrado Ramón Artacho. A lo largo de este jueves se le practicará la autopsia, que despejará la duda de si su muerte se trató de un accidente o un suicidio.
Las primeras hipótesis de los investigadores apuntaron a un suicidio, pero parte de su familia descarta está posibilidad y defienden la tesis del accidente. En cambio, otras personas cercanas a Blesa consultadas por este periódico ven inverosímil que a un experto cazador como él se le dispare accidentalmente un arma en un garaje.

"Voy a mover el coche"

Existe un tercer escenario económico que tiene que ver con el cobro de seguros. En caso de suicidio, no se cobra, mientras que si es un accidente, sí podría tener acceso a su cobertura. El cuerpo de Blesa apareció con un disparo en el pecho a las 7.50 horas en la cochera de la finca Puerto del Toro del municipio cordobés de Villanueva del Rey. El arma que había acabado con su vida es una escopeta de caza. Blesa acudía habitualmente a esa finca, gestionada por sus amigos José Romero, Rafael Alcaide y Fermín Gallardo. Llegó al lugar, sin compañía, a las 2 de la madrugada del martes al miércoles. Apenas durmió unas horas.
Según la tesis policial, a primera hora del miércoles estaba desayunando con varias personas cuando se levantó de la mesa. “Voy a mover el coche”, explicó. Acto seguido se dirigió a la cochera, donde se produjo el suceso. Según varios medios de comunicación, antes de eso se dirigió a uno de sus acompañantes para preguntarle: “¿Tienes el teléfono de mi mujer, por si tienes que llamarla?”
Blesa contaba con licencia de armas y tenía una quincena registradas. Para poder cazar es necesario contar con un seguro que se renueva periódicamente. Hay pólizas con distintas coberturas, incluyendo accidentes del cazador. Como en los seguros de vida, el suicidio anula la posibilidad de que la familia acceda al cobro. Por su parte, los cotos de caza también tienen sus propios seguros.

Días antes de su 70 cumpleaños

Horas después del suceso y una vez se conocieron las primeras impresiones de los investigadores, Europa Press recogió la versión de familiares de Blesa, según los cuales no se encontraba desanimado a pesar de la presión mediática y judicial soportada estos años por los numerosos casos de corrupción en los que estaba inmerso.
No era el peor momento por el que estaba pasando, de hecho, era el más tranquilo”, sostiene parte de su entorno. Blesa era una persona de convicciones religiosas para las que el suicidio no es una opción. Otras fuentes consultadas por EL ESPAÑOL añaden que estaba organizando una fiesta con motivo de su 70 cumpleaños el próximo 8 de agosto. Ya había comenzado a avisar a sus amigos más cercanos.
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5.- 20 de Julio de 2017. La autopsia confirma que Miguel Blesa se suicidó: “autolesión por arma de fuego”
https://www.elindependiente.com/politica/2017/07/20/la-autopsia-revela-que-miguel-blesa-se-suicidio/
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6.- George Gonzalo ·   El Periódico
-. En 24 horas, autopsia e incineración, tiempo récord. Una elemental medida de precaución en un caso tan sensible como este, sería impedir la incineración puesto que destruye todas las pruebas e impide una segunda autopsia. Todos los pasos de posible encubrimiento se cumplen en este extrañísimo caso de supuesto suicidio .-
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7.-  AÑADIDO el 21/7: George Gonzalo


-.Incinerarse es de pobres y BLESA ni lo era ni lo quería parecer.- Al principio había una consigna clara en los #MassMierda, la del suicidio, la familia dijo que ni de coña que: accidente y entonces la maquinaria chirrió a lo bestia, obligando a forzar la máquina dando "detalles" que no concuerdan. Luego, imagino, "toque" a la familia y ya todos nos vamos contentos con el suicidio, la autopsia express y la incineración a toda hostia. Que yo me pregunto ¿Si tenía panteón, un montón de pasta y sitio para caerse muerto. Para qué incinerarlo? ¿Se lo había dejado dicho a alguien? ¿Estaba en sus últimas voluntades? ¿Quién de su familia tiene la potestad para dar ese placet?
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Tuvimos que expresarlo (y escribirlo) con motivo de la muerte de Rita Barberá, y parece que hace falta repetirlo tras el suicidio de Miguel Blesa: nuestro absoluto respeto al difunto, a su familia y a quienes lloran su pérdida. Eso sí, sin caer en la hipocresía de obviar que la muerte (de cualquiera) no altera ni rectifica su comportamiento en vida.

Cuando falleció inesperadamente la ex alcaldesa de Valencia, unos cuantos dirigentes del PP, desde el ministro de Justicia Rafael Catalá a su portavoz parlamentario Rafael Hernando, acusaron directamente a la prensa, a la oposición política y a los usuarios de redes sociales de haber organizado una “cacería”, un “linchamiento” que habría provocado la muerte de Barberá. Ninguno de los autores de aquellas barbaridades se ha disculpado, ni siquiera tras conocer los informes forenses que certificaban que fue su propio hígado el que se llevó por delante la vida de la dirigente valenciana después de serios y reiterados avisos.

“Miguel Blesa es Rita Barberá. La presión se cargó a Rita y se ha cargado a Miguel Blesa”, ha afirmado este jueves Fermín Gallardo, administrador de la finca cordobesa donde el exbanquero se quitó la vida de un disparo con su propio rifle. Puede disculparse la reacción espontánea de un amigo afligido por tan violenta pérdida, pero Gallardo ha argumentado además que Blesa era inocente, que las tarjetas black “las tienen todos los bancos y las han tenido todos los partidos”, y que las acusaciones eran por tanto una excusa para “llevárselo por delante”.

Gallardo, uno de los mayores gestores de cotos de caza en España, debe saber perfectamente que a Blesa lo condenó un tribunal a seis años de cárcel porque consideró que cometió varios delitos al crear, distribuir y usar esas tarjetas “opacas al fisco” durante años en el banco público a cuya presidencia le aupó a dedo su también íntimo amigo José María Aznar. Como sabe que la defensa de Blesa tenía recurrida esa sentencia ante el Tribunal Supremo, y por eso Blesa seguía en libertad. Y sabrá, o debería saber que, aparte del ya juzgado asunto de las tarjetas, Miguel Blesa estaba imputado en la causa de las preferentes, esa gigantesca estafa que arruinó a decenas de miles de pequeños ahorradores españoles (entre ellos a esos pensionistas que durante los últimos años se han venido manifestando cada jueves, hiciera calor o frío, ante las sedes de Caja Madrid o Bankia en Madrid, Barcelona y otras ciudades). Como también sabrá que Blesa estaba procesado en la causa por los sobresueldos irregulares que se repartía la cúpula de Caja Madrid bajo su presidencia. Sobre las responsabilidades de Blesa en esas causas basta un vistazo al dossier de infoLibre para comprobar la multitud de pruebas documentales que las señalaban.

La autopsia ha confirmado que Blesa se suicidó. Conocer las causas concretas que le llevaron a tomar esa decisión es prácticamente imposible. Ni siquiera sabemos si había barruntado esa posibilidad en algún momento anterior o si había recibido ayuda psicológica si la precisaba. Antes de caer en la tentación de achacar a la “presión” de otros la autolesión letal conviene informarse sobre una lacra que se ha convertido en algunas franjas de edad (especialmente muy jóvenes) en la principal causa de muerte en España, y cuyo incremento algunos estudios relacionan con los efectos de la crisis económica. Cabe exigir también el máximo respeto hacia los preferentistas arruinados que se han quitado la vida por desesperación absoluta, según las denuncias de las propias asociaciones de damnificados.

Por lo demás, ni la muerte de Rita Barberá elimina las irregularidades que bajo su mandato se cometieron por el PP de Valencia ni el suicidio de Blesa convierte en humo sus responsabilidades en la gestión del mayor fiasco bancario que han sufrido los contribuyentes españoles. Debería saberlo Rafael Hernando, quien se despachó hace unos días con la siguiente sentencia en Twitter:
 

Las responsabilidades penales (de cualquiera) se extinguen cuando uno fallece, lo cual no quiere decir que los hechos no existieran o que las causas no continúen en lo que concierne a otros acusados. Incluso podría ocurrir que los herederos de Blesa tuvieran que asumir consecuencias económicas por las tarjetas black.

Si cabe establecer algún paralelismo entre los casos de Rita Barberá y de Miguel Blesa sería el aislamiento palmario en el que la inmensa mayoría del PP los dejó en los últimos tiempos. Achacar la causa de sus muertes a la “presión” de la soledad sería tan injusto y descabellado como esa extendida afición a convertir en víctimas a los culpables y viceversa. 
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9.-   23.07.2017La cicuta que en realidad ha matado a Blesa http://blogs.elconfidencial.com/espana/mientras-tanto/2017-07-23/blesa-cicuta-cajas-de-ahorros-urquijo-mahou-roca-capitalismo-aznar_1419480/

Blesa nunca fue el marqués de Comillas. Aquel prodigioso empresario que fundó la Compañía Trasatlántica Española, el Banco Hispano Colonial o la Compañía General de Tabacos de Filipinas. Tampoco pudo ser como los Roca Soler, capaces de transformar el antiguo taller levantado por su bisabuelo, Ignasi Soler, en 1830, en una gran fábrica de productos sanitarios que hoy se asoma a medio mundo. Ni, por supuesto, imitó a los Raventós, a los Grifols, a los Churruca, a los Roviralta, a los Arteche, a los Oriol, a los Aznar, a los Careaga, a los Urquijo o a los De la Sota. Ni, por supuesto, tuvo que ver nada con los Ybarra-Zubiría, el clan familiar hegemónico en la Vizcaya del primer tercio del siglo XX gracias al control que ejercían sobre el comercio de mineral y hierro, la siderurgia y la construcción naval.
Tampoco Blesa imitó a Casimiro Mahou, que quiso vender cerveza en un país volcado al vino, o a los hermanos Figueroa Torres, que invirtieron en la minería de Marruecos, pero también en la explotación forestal, en bodegas, en ferrocarriles, y en un vasto etcétera a partir de las extensas propiedades agrarias y mineras heredadas de su padre, el marqués de Villamejor.

Ni tampoco fue como la familia Lozano, fundadores de Azucarera del Ebro, uno de los oligopolios que durante años controlaron los precios del sector. Y aunque fuera andaluz de Linares, Blesa nunca fue como los Ybarra González, ni como los Osborne, ni como los Barrié de la Maza o los Herrero, barandas de la economía gallega y asturiana durante años gracias a ese maridaje casi perfecto entre banca e industria, verdaderamente hegemónico durante un siglo en el que el clientelismo político era santo y seña. Una especie de capitalismo familiar fuertemente endogámico que ha envuelto históricamente a la economía española y frenado su desarrollo.

Capitalismo clientelar

Blesa, por el contrario, era hijo del capitalismo clientelar, del capitalismo de amiguetes nacido en torno al poder político tras la adhesión de España a la CEE, y que significó un paso atrás del Estado en sectores estratégicos como la banca, la producción de energía eléctrica, el petróleo, las autopistas o las telecomunicaciones, sectores que se entregaron de forma irreflexiva a nuevos gestores –una especie de desamortización encubierta pero tan ineficiente como la de Mendizábal– cuyo único mérito era haber estado cerca del poder.
Ahí estaban los compañeros de pupitre, los camaradas del partido y los abrazafarolas, cuya ciega y desmedida ambición pasaba únicamente por formar parte de la nueva aristocracia económica que se ha conformado en España en las tres últimas décadas. Y que, con el paso del tiempo, han hecho buena aquella vieja estrategia del canciller Bismarck para Alemania: precios altos y nula competencia en el mercado interior para favorecer el tamaño y la dimensión internacional de las empresas germanas. Así es como se ha creado la ‘armada española’.
Pero Blesa, en realidad, no era más que un simple peón al servicio del poder, que siempre ha necesitado gestores cercanos y sumisos
En la segunda mitad de los años 80, incluso, se llegó a crear una asociación de empresarios ¡¡de empresas públicas!!, dirigida por el socialista Antonio López, por entonces presidente de Amper, una especie de patrimonialización de la cosa pública verdaderamente insólita. Y que en los 90 alcanzó su máximo esplendor cuando el empuje privatizador de los gobiernos de Aznar creó una nueva élite empresarial al abrigo de los antiguos monopolios (Alierta, Pizarro, Martín Villa, Villalonga…). Todos ellos empresarios sin empresa.
En realidad, nada nuevo. Alfonso XIII, durante sus años de reinado, entregó 214 privilegios de marqués, 167 de conde, 30 de vizconde y 28 baronías. En total, 439 títulos nobiliarios que en la España finisecular se repartieron –el dinero antes que la gloria– en forma de presidencias de consejo de administración. Y Blesa, como otros tantos, era uno de ellos. Uno de los elegidos.

Pero Blesa, en realidad, no era más que un simple peón al servicio del poder, que siempre ha necesitado gestores cercanos y sumisos. Y que cuando no los ha necesitado, los ha dejado tirados como una colilla. Ese mismo poder que se acercaba sin pudor a los meandros del dinero y de las dádivas repugnantes, como las 'blacks', pero que ahora ni siquiera ha tenido la decencia de pasarse por el tanatorio de Linares.

El amiguismo

La historia de Blesa, en este sentido, es la misma que la de un país que ha huido de forma escandalosa de la meritocracia y del valor del talento y del esfuerzo. Sustituidos por el amiguismo, que, como dice el abogado Herzog, es la peor de las corrupciones, ya que apenas se ve. No deja huella. El amiguismo como fuente de todos los males.
La misma historia de un país que ha despreciado la creación de élites al estilo de la ENA francesa, donde se forman los altos funcionarios para servir a la república, no para configurar una fatal endogamia entre el poder político y el empresarial, y que ha tenido en las cajas de ahorros su máxima expresión. En realidad, el lamentable exponente de lo que el economista César Molinas denominó en su día con acierto gobierno de las 'elites extractivas' por la deficiente calidad de las instituciones, y que en el fondo está detrás de la corrupción. Una corrupción que empieza justo en el momento en que alguien coloca a su amigo en un puesto clave por el hecho de serlo.
Sustituidos por el amiguismo que, como dice el abogado Herzog, es la peor de las corrupciones, ya que apenas se ve. No deja huella
Blesa, en definitiva, no era más que una pieza clave de un engranaje deplorable. Blesa invertía donde querían Esperanza Aguirre o Gallardón. ¿O es que Núñez Feijóo se rebeló sin argumentos cuando Galicia se quedaba sin sus quebradas cajas de ahorros? Lo hizo, como tantos otros, porque quería seguir mangoneando. Como en todas las cajas de ahorros del país. ¿Tiene sentido aún hoy que los políticos o sus acólitos se sigan sentando en los consejos de administración de las empresas públicas?
No es una maldición caída del cielo. Como ha escrito en un extraordinario artículo Jaime-Axel Ruiz Baudrihaye en 'Crónica Popular', la ENA, Ecole Nationale d’Administration, es desde 1945 la cantera de los servidores públicos franceses y es un referente europeo por su alto nivel de formación y una garantía para la imparcialidad y la eficiencia de la Administración pública francesa.
Muchos ministros, primeros ministros, políticos y parlamentarios han sido formados por esa prestigiosa institución. Entre los enarcas se cuentan, por supuesto, Emmanuel Macron y Edouard Philippe, pero también François Hollande y Ségolène Royal, Dominique de Villepin, Jacques Chirac, Michel Rocard, Laurent Fabius y Lionel Jospin. Los presidentes de Gaz de France, Peugeot, FNAC, Axa Seguros, Airbus, France Telecom, entre otras grandes empresas, son también enarcas. O ‘enarquistas’, como les llama ‘Libération’. Ensayistas como Alain Minc o Jacques Attali también salieron de la ENA. Casi todos los embajadores de Francia lo son, así como más de treinta parlamentarios.

Blesa, sin embargo, era subinspector de Hacienda. Pero sus amistades con el poder político le llevaron a presidir una de las primeras entidades financieras del país. Nunca nadie mandó tanto con menos merecimiento. Nunca un país ha tenido peores élites.

*Con información del libro 'Familias empresarias y grandes empresas familiares en América Latina y España', Paloma Fernández Pérez y Andrea Lluch (Eds.), Fundación BBVA, 2015.
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10.- Miguel Blesa dejó una nota de suicidio para despedirse de sus familiares   http://www.msn.com/es-es/noticias/espana/miguel-blesa-dejó-una-nota-de-suicidio-para-despedirse-de-sus-familiares/ar-AAp0DtE
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OTRA COSA: 25 años de la Ronda de Boltaña! Fiesta: 21 a 23 Julio.

La Ronda de Boltaña 



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