Judit Castaño Barcelona-
Iberboard Mill, que cesó su actividad el año pasado y actualmente se encuentra en proceso de liquidación, ha recibido varias multas por contaminación y vertidos irregulares.
Una montaña de residuos inunda las instalaciones de la papelera Iberboard Mill.
Desde hace años, una montaña de residuos inunda las instalaciones de la papelera Iberboard Mill, ubicada en el término municipal de Alcover (Alt Camp), en el entorno natural del río Francolí −a los pies de las Montañas de Prades− y a tocar de la Entidad Municipal Descentralizada (EMD) de Picamoixons, que pertenece a Valls. Una montaña que se ha hecho más grande con el paso de los años y que es muy visible desde la carretera C-14 (dirección Tarragona), a la altura de Picamoixons.
Iberboard Mill, la antigua Abelán Catalana, se declaró insolvente el verano pasado y cesó su actividad definitivamente en noviembre. Actualmente, se encuentra en proceso de liquidación. La empresa despidió a todos los trabajadores y cerró sus puertas, pero los residuos que ha generado a lo largo de los años se han quedado. A las entidades ecologistas les preocupa que los materiales tóxicos que contienen los restos de papel y cartón puedan contaminar las aguas freáticas y perjudicar el entorno natural del río Francolí, que desemboca en la ciudad de Tarragona, y las viviendas de su alrededor. "Es un peligro y un desastre medioambiental", alerta Sisco Garcia, miembro de la plataforma ecologista Francolí Net y la Jinete.
Entidades ecologistas del territorio −el Gepec, la Geneta, Francolí Net, Xarxa Sud y la Plataforma Territori Sostenible del Camp− denunciaron hace unas semanas en el Parlament el abandono de más de 15.000 toneladas de residuos tóxicos en la planta de Iberdoard de Alcover, algunos catalogados con el distintivo LER150110, que indica que pueden contener restos de materiales altamente contaminantes, según los ecologistas. "Lo más urgente ahora mismo es retirar estos residuos con un tratamiento adecuado. Esperamos que el Govern responda", comenta Garcia.
Varias sanciones graves
Las entidades ecologistas hace diez años que denuncian la situación causada por la mala praxis de Iberboard Mill en cuanto a la gestión de los residuos, además de los problemas de ruidos y olores que ha provocado su actividad. En los últimos años, la empresa ha recibido varias multas por parte de la Agencia Catalana de Residuos y la Agencia Catalana del Agua.
Una situación que también hace años que denuncia la CUP de Alcover, que en 2020 interpuso una denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente, que dio lugar a un procedimiento penal en el cual la formación se personó como parte interesada. Un procedimiento judicial todavía pendiente de resolver. En este sentido, los anticapitalistas lamentan "una respuesta judicial muy lenta e ineficaz": "Tan lenta que la empresa ha acabado cerrando, despidiendo a los trabajadores y dejando allá los residuos acumulados durante años".
Los informes a los cuales ha tenido acceso Público muestran que el Departament de Acció Climàtica empezó a hacer inspecciones anuales a la empresa en 2018 para alertar de la acumulación de residuos y de que algunos de estos podían ser "peligrosos". Cabe destacar que fue en 2018 cuando Iberboard Mill, participada por Scranton, un holding vinculado a los accionistas de Grifols, adquirió la papelera alcoverenca. Hasta entonces había sido propiedad del fondo de inversión PHI, y previamente de la división europea de la firma americana Newark (hasta el 2012).
No hay comentarios:
Publicar un comentario