11 de mayo de 2025, de Javier Aroca
Se ha intentado casi todo, parece que fue ayer pero desde el mismísimo primer momento, la oposición trató de deslegitimar al gobierno de coalición. Ello porque sus expectativas de poder eran altas y la frustración, más; la tarta europea es muy suculenta y no era algo que la derecha española pueda pasar por alto. No es cuestión de ideología, eso solo queda para nostálgicos y muy cafeteros, en realidad la derechura española siempre ha tenido como emblema su carácter depredador de lo público, en modo rapiña, y en nuestros días se citan a diario, sin disfraz, cabildeando para favorecer sectores privados y no el general. La última batalla energética es un claro ejemplo.
Desde luego que la oposición tiene que ser feroz, otra cosa es que sea desleal y decida caminar por las trochas del escándalo y la antidemocracia. Todo lo que podían hacer se ha hecho, siguiendo la arenga de uno de sus más diabólicos popes, pero destacan, en general, la desestabilización y desprestigio de las instituciones, incluida la guerrilla europea, ETA y Catalunya en la dieta, la bulla parlamentaria, un filibusterismo indisimulado, véase el Senado, la agitación de sectores afines en las instituciones del Estado, el deterioro partidario del poder judicial, sea en el CGPJ o a través de los señalados casos de lawfare que escandalizan dentro y fuera del Estado, el tacticismo con la extrema derecha sea gobernando sea desgobernando. Y desde luego, la mentira y la manipulación en alianza con ciertos medios de regadío afines.
No hay comentarios:
Publicar un comentario