Carmelo Enebro ha compartido un enlace en el grupo NO HAY MAYOR TONTO, QUE UN OBRERO VOTANDO A LA DERECHAp. documentalismomemorialistayrepublicano.wordpress.com · Tulio Riomesta - 13 October, 2016
Miles
de niños pasaron su infancia en internados, víctimas de palizas,
violaciones, torturas, trabajo esclavo y vejaciones. Abusos sexuales,
maltratos psicológicos y físicos, explotación laboral. Eso fue lo que
sufrieron miles de niños y niñas que pasaron gran parte de su infancia
en internados bit.ly/2PBVYxq
FIRMA por los Republicanos que combatieron al franquismo en bit.ly/1TF7lTv. Reconocidos en Europa por luchar contra el nazismo, olvidados en España
FIRMA por los Republicanos que combatieron al franquismo en bit.ly/1TF7lTv. Reconocidos en Europa por luchar contra el nazismo, olvidados en España
Dolores explica: “…El capellán me puso el miembro en la boca hasta que sentí que me empezaba a escurrir una cosa asquerosa, y por detrás también me hizo lo que quiso…”. El terror era lo habitual. Dolores recuerda también su primer desayuno allí: “…Probé la primera cucharada, pero la segunda vomité, entonces la cuidadora le dijo: Agáchate, marrana, puta, ahora te comerás lo que has vomitado…”. Don Mauro dejó sorda a Julia de un golpe en el oído, también en los días previos a recibir la primera comunión.
La niña Julia preguntó al cura qué era la Hostia y recibió como respuesta una bofetada con tanta fuerza que la tiró escaleras abajo, mientras escuchaba la explicación: “Lo que te he dado es una hostia y lo que tú recibirás es la sagrada forma”. Algunos de los afectados dan fe de la explotación laboral a la que fueron sometidos. “Yo fui vendido. Me sacaron del colegio y me llevaron a León a cuidar ganado a los montes completamente solo, con 13 años”, cuenta José Sobrino, uno de los afectados. “Nos hacían lavar de la mañana a la noche con sosa. Me quedaron las manos llenas de agujeros, con sangre y pus. En el colegio éramos esclavas”, afirma Isabel Perales sobre sus años en el centro religioso Ángeles Custodios de Bilbao. Otros testimonios relatan palizas cotidianas y vejaciones delante de los demás niños. “los apaleaban de forma cruel, los humillaban en público, de manera que les han quedado secuelas terroríficas o les daban una comida infecta y si vomitaban les obligaban a comérselo, con el discurso aquél de con el dinero que nos costáis y lo que hacemos por vosotros“ (...)
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