Leticia Quintanal Gijón —
Carmen Moriyón, regidora gijonesa, llegó a la política de la mano de Álvarez-Cascos, pero acabó denunciándole por apropiación indebida; ahora el Tribunal de Cuentas la condena por pagos indebidos con cargo al grupo municipal
— Álvarez-Cascos será juzgado por un presunto delito de apropiación indebida después de las elecciones de mayo
Apropiación indebida es el delito por el que Francisco Álvarez-Cascos, vicepresidente del Gobierno de José María Aznar y secretario general del PP también de su mano, se sentará en el banquillo de los acusados el próximo mes de noviembre, tras suspenderse el juicio programado para los días 31 de mayo y 1 de junio del pasado 2023.
La denuncia contra quien fuera alma mater de Foro Asturias, partido fundado a su imagen y semejanza para arroparle tras su salida del PP en 2011, partió precisamente de algunos de sus compañeros de formación, aquella ideada por y para mayor gloria suya, encabezados por quien llegó a la política de su mano y hoy continúa en ella presidiendo Foro (ya no es 'Asturias'), Carmen Moriyón.
En un principio la Fiscalía pedía para él dos años de prisión al imputarle la apropiación de 7.793 euros de los fondos de su partido, Foro Asturias, para gastos personales. Pero al poco tiempo el Ministerio Fiscal subió la pena a tres años y medio por desviar, presuntamente, un total de 181.648 euros del partido a la compra, por ejemplo, de entradas para eventos deportivos, museos, gastos en restaurantes, hoteles o los gastos de un procurador por un asunto político relacionado con otro partido político por un asunto personal. Todo ello había venido desarrollándose del 2011 al 2017.
La acusación particular, Foro Asturias, reclamaba a su expresidente 218.780 euros, de los que éste ya consignó 10.390.
El amor se les rompió a mediados de 2020. Álvarez-Cascos había dado un paso atrás, situándose en la secretaria general del partido, para colocar en la presidencia a una de sus personas de confianza, la que le había procurado una de sus máximas satisfacciones, arrebatarle el gobierno de Gijón, la ciudad que le vio nacer como político, al PSOE tras casi treinta años de hegemonía.
En aquel momento desde Foro Asturias, el ya partido de Carmen Moriyón, denunciaban la falta absoluta de fiscalización durante la presidencia de Francisco Álvarez-Cascos, con un partido en el que todos militaban, por cierto, y muchos ocupaban importantes cargos, pero que funcionaba, decían, en base a criterios de “confianza y de responsabilidad personal en la utilización de los recursos del partido”, según explica el escrito de la Fiscalía.
Y así, Francisco Álvarez-Cascos se tiró más de seis años gastando, presuntamente, a cuenta de la formación política que sus amigos más íntimos y fieles seguidores habían levantado para él.
En aquel momento Carmen Moriyón se convirtió en la cirujana/política que había desbancado a Cascos y que había conseguido la “limpieza e higienización” del partido político que ya no era el del ex del PP. Pero a Moriyón había algo que la estaba esperando, y ella lo sabía, porque el Tribunal de Cuentas comenzó a investigarla tras la denuncia de afines a Cascos que la acusaban de haber “usado mal” el dinero del Grupo Municipal de Foro en el Ayuntamiento de Gijón.
Ella hoy está condenada por el Tribunal de Cuentas, tal y como adelantó eldiario.es Asturias, por cargar a la cuenta de su grupo municipal en el Ayuntamiento, entre los años 2015 y 2019 y siendo alcaldesa de Gijón, gastos no imputables a la subvención pública que reciben todos los grupos políticos del consistorio.
Gastos que suman un total de 35.060,35 euros, incluyendo los intereses generados durante estos años y que van desde la subida en el funicular de Bulnes (Picos de Europa) mientas hacía campaña para las elecciones autonómicas, diversos cargos en una tarjeta de crédito o la factura de una procuradora que la representó en un asunto personal, como a su antiguo líder.
Dentro de estos gastos están los casi 22.000 euros que se embolsaron ella y una de sus asesoras, también con cargo al grupo municipal, en concepto de dietas. Una especie de “sobresueldos” según aseguran los denunciantes y recoge también la sentencia del Tribunal de Cuentas, durante un período en el que ella era alcaldesa de Gijón, puesto por el que lógicamente recibía un sueldo, y su asesora recibía el suyo por su trabajo en Alcaldía.
Moriyón no ha querido dar explicaciones en público, aún, pero sí se ha visto obligada a hacerlo a través de sus redes sociales ante el revuelo ocasionado por estas informaciones. Habla de un “error contable”, de acoso judicial y ataques hacia su persona para deslegitimar a su gobierno. Sin embargo, ni una palabra de las dietas cobradas que se sumaban a su sueldo de alcaldesa, por ejemplo
Foro Asturias Ciudadanos (FAC), como se llamó inicialmente la formación política cuyo acrónico responde a las iniciales de quien se erigiría como su líder absoluto, fue fundado a principios de 2011 por un grupo de personas fieles a Francisco Álvarez-Cascos, entre los que destacaban, por ejemplo, Fernando González Landa, Enrique Álvarez Sostres, Pelayo Roces o Isidro Martínez Oblanca.
Un grupo de afines que buscaban una nueva aventura política para un Álvarez-Cascos que lo había sido todo en el Partido Popular, salvo su último “capricho”, ser el candidato del PP asturiano en las elecciones autonómicas de 2011. Cascos fue nombrado presidente de Foro Asturias con “capacidad decisoria en la forma de ejercer su actividad política y libertad para ejecutar gastos económicos inherentes al partido en el territorio que considerase”.
Desde el mes de enero de aquel año hasta los comicios, fijados como siempre a finales de mayo, restaba poco tiempo para configurar las candidaturas que permitieran a la nueva formación presentarse tanto a nivel regional como en los diferentes municipios.
Ungida por el líder como la esperanza blanca que intentaría arrebatar a los socialista el gobierno de la ciudad más grande de Asturias, tras casi 30 años en el poder, Cascos y Moriyón comenzaron en aquel momento una estrecha relación política de absoluta confianza, que llevó al ex secretario general de José María Aznar a nombrarla presidenta del partido cuando decidió dar un paso atrás y asumir la secretaría general de Foro. Nadie imaginaba por aquel entonces que ella sería quien le sentaría en el banquillo de los acusados por apropiación indebida.
Su idilio político continúa y, tras las elecciones autonómicas y municipales de 2011, ambos consiguen romper la hegemonía de los socialistas, convirtiéndose (...)
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