3/8/22
LA CORBATA NO LO ES TODO
La de vueltas que se le ha dado a la anécdota de la corbata dentro de un buen discurso de Sánchez... Ya estamos acostumbrados a eso de coger el rábano por las hojas y llevarlo al ridículo más populista y demagógico, no tenemos remedio, eso parece.
El caso es que yo creo que Sánchez se quedó muy corto. Hace tiempo que yo daría algo porque los hombres se rebelaran ante la tortura -parece que aceptada- de una vestimenta sin personalidad propia, insulsa en el color y hasta vejatoria en épocas de calor extremo. Es evidente que me refiero al traje masculino, que más que una vestimenta que dé personalidad a quien la porte, parece un uniforme en el que las variaciones sobre el color y las formas son tan sutiles que ni se notan.
He trabajado entre políticos y les he visto quitarse la chaqueta exclusivamente cuando están a solas y ponérsela a toda prisa, tal que si estuvieran desnudos sin ella, cuando llega una visita. Y en el caso de ejecutivos de empresa parece que la cosa aún es más estricta. Me da dolor ver a jovencitos que estrenan trabajo tras sus años de preparación universitaria y han de vestir el "hábito" con esa carita aún casi infantil y pasando de las camisetas de Gun &Roses o Iron Maiden y los vaqueros (rotos o no) directamente al soso traje de por vida. ¿Es que solo el traje clásico es la forma de ir "bien vestido"? ¿De verdad que tantos buenos modistos como tenemos no son capaces de inventar para los hombres atuendos que den buen aspecto en los trabajos, pero sean más variados, menos sosos y también menos torturadores?
Los hombres grises de "Momo"...
Ya sé, muchos hombres dirán que no es para tanto, y es que a todo se acostumbra uno, dicen que hasta los presos sienten cierta nostalgia de la cárcel en el momento de alcanzar la libertad.
Por favor..., Sánchez se ha quedado muy corto con lo de la corbata, al menos debió incorporar a la chaqueta (doble manga larga sobre camisa con puños bien cerrados) en las medidas para combatir la calorina de este cambio climático que nos va a derretir hasta la sesera. Esto de la sesera ya está alcanzando a alguna cabeza de Madrid, y eso que no viste corbata.
Foto tomada de Internet
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