EFE -
Las médicas son las principales víctimas: el 62,4% de los ataques y el 71% de las amenazas que terminaron en lesiones físicas fueron dirigidos contra una mujer.
Las agresiones a profesionales de la Medicina alcanzaron en 2024 el máximo histórico de 847, una agresión cada diez horas. En su mayor parte fueron amenazas y coacciones ejercidas por pacientes con cita a doctoras en la Atención Primaria, ámbito en el que estos episodios suben hasta casi la mitad del total.
Durante sus 15 años de andadura, el Observatorio Contra las Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC) ha contabilizado 8.108 agresiones, según el informe presentado este pasado lunes con motivo del Día Europeo Contra las Agresiones a Médicos y Profesionales Sanitarios.
El informe revela que en 2024 solo el 43,5% de las agresiones fueron denunciadas, "posiblemente porque piensan que la denuncia no va a servir para nada", ha señalado el presidente de la OMC, Tomás Cobo, que ha insistido en la necesidad de hacerlo para lograr más condenas y frenar a los agresores reincidentes.
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Además, Cobo ha apelado a iniciar cambios legislativos que contemplen no solo el lado punitivo, también un "cambio cultural" para recuperar "la educación básica que se ha perdido".
El 62,4% de las agresiones fueron dirigidas contra una mujer, lo que consolida el perfil femenino de la última década, ya que anteriormente la mayoría de las víctimas eran hombres. Las sanitarias también fueron las principales afectadas por las amenazas que acabaron en lesiones físicas, que alcanzaron el 71% frente al 29% de los hombres. Por edades, el grupo mayoritario fue el de colegiados entre los 36 y 45 años.
Ceuta presenta la cifra más alta de agresiones
Según el informe desgranado por José María Rodríguez, secretario general de la OMC, en 2024 las agresiones crecieron un 10% al pasar de las 769 a 847. El 14% de todas las agresiones acabó en baja laboral.
La tasa nacional de agresiones por cada 1.000 colegiados fue de 2,71; por encima se sitúan Ceuta, que presenta la cifra más alta (18,62), seguida de Extremadura, Melilla, Canarias y Catalunya. En el otro extremo, se encuentran Euskadi (0,31), Navarra, Galicia y Aragón.
Los centros de salud aglutinaron el 47,7% de los casos, aunque en sus urgencias descendieron levemente. En los hospitales bajaron hasta el 17,9%, y en las urgencias de estos centros se dieron el 9,5%.
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La inmensa mayoría (83%) de las agresiones se perpetraron en la sanidad pública y en la privada aumentaron cinco puntos hasta el 17%.
El perfil del agresor sigue siendo el de un paciente con cita programada (46,5%), seguido de los no programados, acompañantes y desplazados. Algo más de la mitad tienen entre 40 y 60 años.
Las causas de las agresiones
La causa principal vuelve a ser la discrepancia con la atención médica recibida, que desciende ligeramente al 50,9%. También influyen las diferencias personales, los informes no acordes a las pretensiones y asuntos relacionados con la incapacidad temporal y el no recetar lo que quiere el paciente.
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Además, existen causas estructurales no relacionadas con la atención médica que también siguen aumentando: la mayoritaria es la tardanza en ser atendido (65,9%), seguida de un mal funcionamiento del sistema.
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