ARA 13/6/22
LA JONQUERA“Pienso que estoy soñando, que no soy yo, que no es a mí a quien hacen fotos”, confiesa Remei Oliva, que, últimamente, no para de hacer entrevistas y presentaciones de su libro, La noia de la capsa de fils. Memòries d’un exili no desitjat. Con 103 años, Oliva es la última madre que queda viva que parió en la Maternidad de Elna; el centro creado por Elisabeth Eidenbenz y que ayudó a dar a luz a 597 hijos de mujeres encarceladas en campos de concentración. La badalonesa llegó allí en 1940, procedente del campo de Argelers, donde la encarcelaron con el resto de su familia cuando huían de la dictadura de Franco. Su relato muestra la dureza y la lucha por la supervivencia de una mujer que vivió la primera maternidad entre las bombas de la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, con 15 meses de reclusión en un campo de concentración de Argelers y de Sant Cebrià.
Nacida en Barcelona en septiembre de 1918, Remei Oliva fue a vivir de pequeña a Badalona, donde aprendió el oficio de modista. Cuando estalló la guerra, su hermano y su marido, Joan Oliva, eran miembros del ejército republicano y decidieron marcharse. “Mi hermano llegó con un camión que le habían dejado; entonces dejar quería decir dar –recuerda–. Recogimos cuatro sacos y un colchón, y, con mis padres, salimos a las once de la noche. La carretera iba llena de gente”, rememora la badalonesa (...)
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