sábado, 14 de enero de 2023

Bertrand Russell (1872-1970), filósofo, matemático, escritor, educador y divulgador,

 15/10/22

Ruben Eduardo Kelo Moreno



Las etiquetas de filósofo, matemático, escritor, educador y divulgador, son apropiadas pero no bastan para darnos una idea de la persona que fue Bertrand Russell (1872-1970 Vivió 97 años (nació en 1872 y murió en 1970), se casó en cuatro ocasiones, escribió más de 70 libros, estuvo dos veces encarcelado, recibió el premio Nobel, viajó a Alemania, Rusia, China, EE.UU... luchó por el voto de la mujer, el pacifismo y por la fundación de una organización mundial que, aglutinando a todas las naciones, lograse poner fin a todas las guerras. Sus obras en el ámbito de la lógica y los fundamentos de la matemática supusieron su mayor aportación al campo de la filosofía. Fuera de ésta es conocido por sus, entonces "escandalosos", escritos en torno a la religión, la guerra, el matrimonio, el trabajo o el sexo. Figura controvertida y polémica, amada por unos y vilipendiada por otros, tanto la obra como la vida de Bertrand Russell se caracterizó por un talante crítico, una pasión profunda e intensa y una independencia de pensamiento cuya frescura y vitalidad sigue latiendo en sus escritos.
PARA QUÉ HE VIVIDO
" Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación.
He buscado el amor, primero, porque conduce al éxtasis, un éxtasis tan grande, que a menudo hubiera sacrificado el resto de mi existencia por unas horas de este gozo. Lo he buscado, en segundo lugar, porque alivia la soledad, esa terrible soledad en que una conciencia trémula se asoma al borde del mundo para otear el frío e insondable abismo sin vida. Lo he buscado, finalmente, porque en la unión del amor he visto, en una miniatura mística, la visión anticipada del cielo que han imaginado santos y poetas. Esto era lo que buscaba, y, aunque pudiera parecer demasiado bueno para esta vida humana, esto es lo que -al fin- he hallado.
Con igual pasión he buscado el conocimiento. He deseado entender el corazón de los hombres. He deseado saber por qué brillan las estrellas. Y he tratado de aprehender el poder pitagórico en virtud del cual el número domina al flujo. Algo de esto he logrado, aunque no mucho.
El amor y el conocimiento, en la medida en que ambos eran posibles, me transportaban hacia el cielo. Pero siempre la piedad me hacía volver a la tierra. Resuena en mi corazón el eco de gritos de dolor. Niños hambrientos, víctimas torturadas por opresores, ancianos desvalidos, carga odiosa para sus hijos, y todo un mundo de soledad, pobreza y dolor convierten en una burla lo que debería ser la existencia humana. Deseo ardientemente aliviar el mal, pero no puedo, y yo también sufro.
Ésta ha sido mi vida. La he hallado digna de vivirse, y con gusto volvería a vivirla si se me ofreciese la oportunidad ."
Bertrand Russell

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