11 de octubre de 2024 María Iglesias
Juan Carlos I y Bárbara Rey, en las imágenes publicadas por la revista holandesa 'Privé'.
Rey traidor y botarate
De verdad que he estado por pasar de los audios de Juan Carlos y Bárbara Rey. Vivimos una coyuntura histórica endemoniada con epicentro en Oriente Próximo cuya complejidad me ha alcanzado al entrevistar a las palestinas Sanaa Alwaara, Manal Tamimi y Aya Khalaf para quienes los atentados de Hamás el 7 de octubre del 23 y sus 1.200 muertos no son “terrorismo” sino “resistencia legítima palestina tras 75 años de ocupación por Israel” quien ahora, además, ha asesinado a 42.000 gazatíes. Estando de acuerdo con ellas en tantas cosas, me digo que “la violencia es injustificable” que “violencia solo engendra violencia”. Al tiempo me achaco: “Pero, ¿acaso hacemos huelga de hambre o nos encadenamos por los saharauis que siguen pacíficos a la espera del referéndum que la ONU aprobó? ¿O por los saharauis, niños incluidos, que el gobierno PSOE-Sumar está deportando a Marruecos?” Estos dilemas me interpelan. También la oleada racista para aupar al fascismo a los gobiernos del mundo. ¿Su estrategia? Un antiinmigrantimo que tunea el antisemitismo del siglo XX en este XXI. En menos de un mes nos la jugamos con la elección en EEUU entre Harris y Trump. Ahora, ya, 17 países UE impulsan redoblar el rechazo a los migrantes. Lo hacen contra la ley internacional, contra toda lógica económica y cargándose el pacto de Granada de hace un año, ya muy restrictivo. Ojo que ahí no están solo países liderados por fascistas, sino también la Francia de Macron o la Alemania y Dinamarca de líderes socialdemócratas (...)
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