sábado, 30 de noviembre de 2024

Un nuevo récord global de emisiones fósiles de CO2 retrata la inacción de los mandatarios reunidos en la COP29

 13/11/2024  ADHIK ARRILUCEA

De acuerdo con el último estudio de Global Carbon Budget, hay un 50% de probabilidades de que el calentamiento global supere los 1,5 °C de forma constante en unos seis años.

El presidente de la COP28, Sultan Ahmed Al Jaber, pasa el testigo al presidente de la COP29, Mukhtar Babayev, a 11 de noviembre de 2024. — Alexander Nemenov / AFP

Las emisiones mundiales de carbono procedentes de combustibles fósiles han alcanzado un nivel récord en 2024, según una nueva investigación del equipo científico del Global Carbon Budget publicada este miércoles. En concreto, el informe prevé unas emisiones de CO2  fósil de 37.400 millones de toneladas, un 0,8% más que en 2023. El estudio sale a la luz en la tercera jornada de la COP29 que se celebra estas dos semanas en Bakú y cuya inauguración se caracterizó por una lucha de agendas que llevó la reunión a un punto muerto.

"La reunión se detuvo porque las partes no pudieron adoptar sus agendas. No fue por falta de esfuerzo. Los presidentes de las delegaciones estuvieron en la sede hasta las 3.00 horas de la madrugada del lunes. Algunos creyeron que estaban cerca de un acuerdo. Evidentemente, no lo estaban", valoran desde el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible.

Este martes ha habido mayores avances, aunque la ambición continúa siendo insuficiente. El primer ministro británico, Keir Starmer, ha anunciado que el Reino Unido se propondrá reducir sus emisiones en un 81% de aquí a 2035, en consonancia con las recomendaciones emitidas el mes pasado por el Comité de Cambio Climático del país. El objetivo está en consonancia con los objetivos de mantener la temperatura del planeta por debajo de los 1,5 ºC , pero no alcanza la cuota de justicia climática que le corresponde al Reino Unido, según el Climate Action Tracker (CAT).

Analistas como Tanya Steele, directora ejecutiva de WWF en Reino Unido, celebra el anuncio de Starmer, ya que "reconoce la urgencia de reducir las emisiones para evitar impactos climáticos peligrosos". Sin embargo, subraya que el Reino Unido necesitará políticas "más creíbles" para alcanzar plenamente sus metas.

La propuesta británica forma parte de su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) y que cada país deberá presentar para febrero de 2025. Son muchas las Partes de la cumbre que no han definido su plan de acción y la inauguración de la COP29 dejó un ambiente de "irregularidad y desconfianza" ante el compromiso de los estados en la consecución de los objetivos a largo plazo, según relataron fuentes sobre el terreno a este diario.

En los últimos diez años, las emisiones de CO2 procedentes de los combustibles fósiles han aumentado, mientras que las debidas al cambio de uso del suelo –como la deforestación– han disminuido, de manera que las emisiones totales se han mantenido prácticamente estables durante ese período. Sin embargo, este año ambas fuentes de emisiones aumentarán, ya que las condiciones de sequía exacerbarán las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques durante el fenómeno climático de El Niño de 2023-2024.

En la actualidad, cada año se liberan en la atmósfera en torno a 40.000 millones de toneladas de CO2, lo cual aumenta de manera continuada los niveles de contaminación y conduce a un calentamiento global de una peligrosidad in crescendo, según advierte el estudio. "Los impactos del cambio climático son cada vez más dramáticos", señala Pierre Friedlingstein, investigador del Instituto Global de Sistemas en la Universidad de Exeter y líder del estudio.

"Se acaba el tiempo para cumplir los objetivos del Acuerdo de París, y los líderes mundiales reunidos en la COP29 deben reducir rápida y profundamente estas emisiones", insiste el autor. Friedlingstein considera que la cumbre es la oportunidad clave para "mantenernos por debajo de los 2 °C de calentamiento por encima de los niveles preindustriales".

"La acción por el clima es un problema colectivo y, aunque en algunos países se están reduciendo gradualmente las emisiones, en otros siguen aumentando. El progreso en todos los países tiene que acelerarse lo suficiente para situar las emisiones mundiales en una trayectoria descendente hacia el cero neto", apunta por su parte Glen Peters, del Centro CICERO para la Investigación Climática Internacional de Oslo.

Se trata de una meta que Olga Alcaraz, directora del Grup Governament del Canvi Climàtic en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), ve complicada. En declaraciones a Público, resalta que el consumo energético mundial crece, por lo que también lo hace la demanda de recursos. En este sentido, "los debates se centran en cómo podemos aumentar la potencia de los recursos renovables, pero se olvida que también debemos cerrar las centrales térmicas o las petroleras", señala.

Además, señala que son los países del norte global quienes se deben responsabilizar de llevar a cabo una transición energética justa. "En países como la India, donde hay una gran pobreza energética, no es que estén cerrando estas centrales, sino que las están abriendo", indica Alcaraz. Estas plantas, que tienen una esperanza de vida de unos 20 años, son creadas para responder a la acuciante demanda de una población con una severa desigualdad social.

"Es importantísimo que el norte global tome la iniciativa", subraya Alcaraz. No obstante, entre los países más ricos, preocupa la actitud de Estados Unidos. Si bien la administración Biden –vigente durante la COP29 y hasta el mes de enero– tampoco se ha caracterizado por su ambición climática, "si Trump hace lo que ha prometido, vamos mal", advierte la investigadora."EEUU y Australia son países que ponen el freno a la transición energética y su acción resulta insuficiente", añade. Sin embargo, recuerda que Trump gobernará en un país descentralizado y con un importante peso de los estados federales. En este sentido, la experta remarca que "California es una región líder en el desarrollo de renovables".

Este estudio calcula el "presupuesto de carbono" restante antes de que se incumpla el objetivo de 1,5 ºC de forma coherente a lo largo de varios años, no sólo para un año. Al ritmo actual de emisiones, el equipo de Global Carbon Budget calcula que hay un 50% de probabilidades de que el calentamiento global supere los 1,5 °C de forma constante en unos seis años.

Esta estimación está sujeta a grandes incertidumbres, principalmente debido a la incertidumbre del calentamiento adicional procedente de agentes distintos del CO2, como el CH4, el N2O o los aerosoles. Sin embargo, los autores subrayan que el presupuesto de carbono restante –y, por tanto, el tiempo que queda para cumplir el objetivo de 1,5 ºC y evitar los peores impactos del cambio climático– casi se ha agotado.

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