lunes, 13 de mayo de 2019

Ángel Viñas: "Eso de que Franco era un patriota es un camelo"



A orillas del aniversario de la Segunda República y a dos semanas de unas elecciones generales en las que las derechas ondean argumentos de los años 30, el historiador Ángel Viñas (Madrid, 1944) publica '¿Quién quiso la guerra civil?' (Crítica), un libro que demuestra que los monárquicos alfonsinos, los carlistas y Juan March declararon la 'guerra' a la democracia desde el minuto cero del 14 de abril de 1931. (Luego Franco, aprovechando la ola, los dejó con un palmo de narices: no restauró la monarquía autoritaria con tintes fascistas que tramaban, y se apuntó el tanto para la posteridad).
–¿Una conspiración en toda regla?
–Se sabía que los conspiradores habían combatido la República con publicidad, a través de órganos como 'La Nación' o 'Acción Española' o de discursos como los de Calvo Sotelo. Otros habían apuntado la existencia de contactos con los fascistas italianos –lo admitió, por ejemplo, el aristócrata y militar Juan Antonio Ansaldo en sus memorias, publicadas a inicios de los 50–, pero sin darles mayor importancia. Yo, tras el estudio de los papeles italianos, demuestro que el golpe fue instigado por los monárquicos y que Mussolini se comprometió a entregar aviones a los conspiradores.
–Rebaja usted los 'méritos' de Franco en la cocina del golpe.
–Franco fue un impostor. En el apogeo de su poder, en 1943, dio instrucciones al Servicio Histórico Militar, dependiente del Estado Mayor del Ejército, para que él apareciera como el urdidor de la conspiración. Pero los mitos del franquismo son falsos.
–¿Tan fácil es blanquear la memoria colectiva?
–Era un dictador. Se autoconvirtió en fuente de ley y con el tiempo la gente fue olvidando. Franco fue un general importante enviado a Canarias, donde se le asignó la misión de sublevar la guarnición de Gran Canaria y ponerse al frente del Ejército de África. En aquel momento, aspiraba a ser alto comisario de España en Marruecos (...)


  

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