Carmelo Enebro ha compartido un enlace en el grupo REPUBLICANOS Y ANTIFASCISTAS ✊ (ExS). Tulio Riomesta 20 March, 2017
El
periodista Juan Antonio Cabezas, afirmaba que “El fascismo polariza sus
capas reaccionarias, coacción, incomprensión, anticultura, ignorancia,
pereza mental. La actual persecución fascista, fija sus preferencias
criminales en Leopoldo Alas, continuador de una tradición española de
cultura liberal y humanista bit.ly/31PrVrw
FIRMA en bit.ly/1TF7lTv por los Republicanos que combatieron al franquismo. en España olvidados y reconocidos en Europa por luchar contra el nazismo
FIRMA en bit.ly/1TF7lTv por los Republicanos que combatieron al franquismo. en España olvidados y reconocidos en Europa por luchar contra el nazismo
documentalismomemorialistayrepublicano.wordpress.com
Con las últimas luces de la tarde de
aquel sábado de Febrero, el alférez médico procedió a reconocer el
cuerpo ensangrentado y aún caliente que yacía en el suelo de uno de los
patios de la cárcel de Oviedo. Acribillado a balazos, estaba muerto y
bien muerto. Entonces, el secretario del juzgado militar comenzó a
redactar con lenguaje leguleyo la diligencia para acreditar la ejecución
de otro crimen legal. Leopoldo
García-Alas García-Argüelles había nacido en Oviedo en 1883, había
estudiado derecho, obtenido la cátedra de Derecho Civil en 1920 y fue
nombrado rector de la Universidad de Oviedo en 1931.
Había sido diputado
republicano-socialista en las primeras Cortes republicanas y
subsecretario de Justicia con Álvaro de Albornoz. Era, dice su nieto,
«un referente claro de aquella utopía que fue la República: era
profundamente republicano» y no simpatizaba con la derecha, pero tampoco
con la izquierda revolucionaria. Su
fusilamiento, el 20 de febrero de 1937 sigue lacerando la memoria
histórica de los asturianos con la viveza del mal gratuito y absurdo. Al
rector Alas sus asesinos lo mataron, tras un juicio-farsa en el que no
se le acusó de ningún delito. La burguesía y la Iglesia ovetense
quisieron, disparando a Alas, fusilar in absentia a su padre, el
escritor Leopoldo Alas “Clarín”, que cuatro décadas antes, había
despertado sus iras elevando al Olimpo de la literatura universal un
retrato ácido y mordaz del Oviedo provinciano, pacato y mezquino que
ellos representaban. Cuentan que antes de morir, Alas gritó: «¡Que ésta
sea la última sangre vertida! ¡Que sirva para aplacar los odios y las
venganzas! ¡Viva la libertad!». A Alas hubo que descerrajarle un tiro de
gracia en la cabeza para apagar definitivamente la llama del
librepensamiento cocinado en las calderas del krausismo, de la
Institución Libre de Enseñanza y de la Junta de Ampliación de Estudios (...)
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OTRA COSA: “En el rural hay un gemido de orfandad, un grito desesperado y rabioso”, de VALERIA PEREIRAS
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OTRA COSA: “En el rural hay un gemido de orfandad, un grito desesperado y rabioso”, de VALERIA PEREIRAS
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