Carmelo Enebro ha compartido un enlace en el grupo NO HAY MAYOR TONTO, QUE UN OBRERO VOTANDO A LA DERECHA. · 11 August, 2018 Tulio Riomesta
Fue
uno de los episodios más terribles de la historia contemporánea de
Mallorca. El terror fascista, asesinó a miles de Republicanos,
perseguidos sin piedad ni descanso, trabajadores, sindicalistas,
médicos, alcaldes, concejales, maestros, profesores, desactivando
cualquier oposición y transmisión de su experiencia tiny.cc/7amg5y
En recuerdo de los Republicanos combatientes antifranquistas, firma en bit.ly/1TF7lTv. Olvidados en España, reconocidos en Europa por luchar contra el nazismo
En recuerdo de los Republicanos combatientes antifranquistas, firma en bit.ly/1TF7lTv. Olvidados en España, reconocidos en Europa por luchar contra el nazismo
documentalismomemorialistayrepublicano.wordpress.com
El general Goded había
asegurado al Gobernador civil Antonio Espina García su lealtad absoluta
a la República, pero el 19 de Julio de 1936 reunió sus tropas, guardia
civil, carabineros, guardias de asalto, y proclamó un bando declarando
el Estado de guerra en las Islas Baleares. Mallorca e Ibiza cayeron en
manos rebeldes. El gobernador civil se negó a dar armas al Frente
Popular el 18 de julio, lo que favoreció el éxito del levantamiento
militar. Se discriminó sistemática y
masivamente mediante la represión y eliminación planificada a toda una
parte de la población, los representantes del gobierno de la República.
Fue uno de los episodios más terribles
de la historia contemporánea de Mallorca. Se instauró un régimen de
terror indiscriminado para evitar que el enemigo organizara la
resistencia. Fueron víctimas de la barbarie fascista, perseguidos sin
piedad ni descanso, los Republicanos, los miembros de partidos de
ideología izquierdista, afiliados a sindicatos obreros, Frente Popular,
maestros de escuela, profesores, profesionales liberales, desactivando
cualquier nueva oposición y transmisión de su experiencia.
La brutal represión estuvo organizada y controlada por los militares golpistas, asociados con falange, guardia civil, iglesia católica, que se implicaron en la represión con una violencia física desmedida. La Falange asumió la eliminación de Republicanos siguiendo las consignas militares. Los verdugos utilizaron sistemas represivos de diferente grado: Sacas, fusilamientos, tortura, mutilaciones, palizas masivas y sistemáticas, trabajos forzados, confiscación de bienes, cautiverio en cárceles o campos de concentración durante prolongados períodos. El aceite de ricino o de motor, las violaciones, como ocurrió con las enfermeras Republicanas de Cruz Roja, se convirtieron en el símbolo del miedo.
La represión fascista en Mallorca estaba planificada meses antes del conflicto y fue perfectamente ejecutada. La Iglesia mallorquina estuvo implicada en la represión. Durante y después de la guerra, un número elevado de sacerdotes de la Diócesis mallorquina se encargaron de la vigilancia y persecución de los izquierdistas de Mallorca, efectuaron delaciones, participaron en las detenciones, incluso algunos utilizaban la indumentaria de Falange e iban armados. La Iglesia mallorquina se entregó al beneficio del nuevo régimen (...)
La brutal represión estuvo organizada y controlada por los militares golpistas, asociados con falange, guardia civil, iglesia católica, que se implicaron en la represión con una violencia física desmedida. La Falange asumió la eliminación de Republicanos siguiendo las consignas militares. Los verdugos utilizaron sistemas represivos de diferente grado: Sacas, fusilamientos, tortura, mutilaciones, palizas masivas y sistemáticas, trabajos forzados, confiscación de bienes, cautiverio en cárceles o campos de concentración durante prolongados períodos. El aceite de ricino o de motor, las violaciones, como ocurrió con las enfermeras Republicanas de Cruz Roja, se convirtieron en el símbolo del miedo.
La represión fascista en Mallorca estaba planificada meses antes del conflicto y fue perfectamente ejecutada. La Iglesia mallorquina estuvo implicada en la represión. Durante y después de la guerra, un número elevado de sacerdotes de la Diócesis mallorquina se encargaron de la vigilancia y persecución de los izquierdistas de Mallorca, efectuaron delaciones, participaron en las detenciones, incluso algunos utilizaban la indumentaria de Falange e iban armados. La Iglesia mallorquina se entregó al beneficio del nuevo régimen (...)
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