martes, 8 de diciembre de 2020

Las mujeres gallegas que se negaron a ser invisibles

Graciela Soto Suarez  

Mujeres Inconformistas   ELPAIS.COM   ANA MARCOS   10 NOV 2020

En 2001, cuando Pontesa cerró, no solo terminó la historia de una de las fábricas de cerámica más importantes de Galicia, también finalizó uno de los capítulos más significativos de la vida de cientos de trabajadoras. Las mujeres que contribuyeron a cimentar la industria gallega desde los años sesenta tuvieron que volver a sus casas, a ese lugar donde se vuelven invisibles. Nación, la nueva película de la cineasta Margarita Ledo, que se presenta en el festival de cine de Sevilla, recuerda a un grupo de empleadas que, dos décadas después de perder su trabajo, sigue litigando para recuperar los salarios que dejaron de pagarles y así saldar una doble deuda: la económica y la moral.
Hacían largos turnos. Buscaban huecos para dar de mamar a sus hijos y volver a trabajar. Calentaban la tartera en los hornos de cerámica para poder llevarse algo caliente a la boca. Pasaron por distintas tareas, no solo se dedicaron a moldear el barro. “A veces estaban en condiciones de semiesclavitud”, explica Ledo.
Pero se sentían “ricas”, cuenta Nieves Lusquiños, extrabajadora de Pontesa, en la película, cuando recuerda la primera vez que recibió el sobre con su salario (...)

Las mujeres gallegas que se negaron a ser invisibles

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