viernes, 17 de febrero de 2023

CTXT.ES Jaque al Reina

 17/1/23

  difundir falsedades flagrantes desde la seguridad de que, por rotundos que sean los desmentidos, el daño queda hecho–, urge salir al paso con la mayor contundencia, pues se trata de un nuevo y muy significativo episodio de la agresiva guerra cultural que la derecha viene librando en los últimos tiempos, volcando en ella muchos más recursos, tesón y astucias que la izquierda (o lo que quede de ella). Episodio, además, que se juega en un campo, el de la institución museística, donde las posiciones respectivas no siempre quedan claras. No al menos cuando, como en este caso, de lo que se trata es de redefinir el campo mismo, dejando atrás modos de hacer, jerarquías y concepciones más o menos obsoletas a las que siguen aferrados no pocos de los más destacados representantes de la intelligentsia española.

(...) Cuando medios como el ABC y sus avatares impugnan una gestión internacionalmente aplaudida con el argumento de que trata de imponer “un discurso ideológico monolítico, siempre en socorro de las más radicales militancias de la izquierda iberoamericana”, no hay que ser muy perspicaz para sospechar acerca de la naturaleza de las acusaciones blandidas y de qué intereses persiguen. Es la caverna de siempre la que grazna contra la labor de Borja-Villel al frente del MNCARS, sin que ninguno de los escasos medios de tendencia progresista haya reaccionado apenas, o lo hayan hecho con reportajes supuestamente neutrales acerca de la polémica levantada. La novedad la aporta esta vez la connivencia de un espeso conglomerado de artistas, galeristas, mandarines, opinadores del arte, periodistas, jerarcas y ex jerarcas culturales que sienten mermados sus intereses y sus privilegios por el modelo transformador que Borja-Villel ha implantado en el MNCARS durante los últimos quince años. Se trata de un nuevo paradigma que, entre otras cosas, entraña una concepción ampliada de la práctica artística y de su relación con los diferentes públicos, una concepción asimismo ampliada de la institución museística y de su relación con lo público; una nueva narrativa de la historia del arte que socava las hegemonías establecidas, también una nueva cartografía de la producción artística y de sus circuitos de difusión; una nueva manera, además, de conectar arte de vanguardia y cultura popular, y de hacerlo en el marco de una nueva pedagogía social y de nuevas prácticas críticas (...)


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