Sandra Vicente 16 de diciembre de 2022
David Aguilar (Andorra la Vella, 1999) era muy joven cuando se dio cuenta de que había algo en él que le hacía diferente a los demás. Sus padres le enseñaron a desenvolverse y a ser independiente, a hacer lo mismo que cualquier otro niño, pero al llegar al colegio, ahí estaban las miradas y los comentarios. “Yo no me sentía distinto ni menos válido, pero había quien sí lo creía”, recuerda. Los ojos de sus compañeros se dirigían al muñón que tiene en su brazo derecho, que no se desarrolló del todo debido a una enfermedad congénita.
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