martes, 25 de mayo de 2021

Echenique, Vallés y la libertad de expresión, de JUAN TORTOSA

 M.PUBLICO.ES     JUAN TORTOSA    7/07/2020

Como he escrito en mi cuenta de twitter, no existe la solidaridad entre periodistas. El oficio está repleto de trepas y advenedizos que lo invocan para reclamar un blindaje frente a las críticas que no se ganan con su trabajo. Si un periodista miente, miente, por muy periodista que sea. Se puede, y se debe, DENUnciar.

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¿Quién apoyó a mi compañera Patricia López cuando, tras empezar a desnudar 
en este diario las inmundicias de las cloacas de Interior, hace cinco largos años, 
no dejó ya de ser insultada ni amenazada hasta hoy? Desde entonces no han parado, cerrándole las puertas además para intervenir en alguna que otra tertulia.

¿Quién ha apoyado a Virginia P. Alonso y a Ana Pardo de Vera cuando, en su       condición de directoras de Público, han sido víctimas de provocaciones, bulos,     fakes y presiones varias?

¿Quién ha salido en defensa de Cristina Fallarás cuando ha sufrido todo tipo       de intimidaciones y acosos?

¿Dónde están las proclamas de la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas   Españoles) contra Abascal cuando éste ha arremetido contra Elisa Beni?

¿A qué ha venido, pues, ese sospechoso cierre de filas en torno a Vicente Vallés, conductor del informativo nocturno de A3 Televisión, tras un comentario sobre su trabajo hecho público el pasado fin de semana por Pablo Echenique? Esto fue lo que escribió el portavoz parlamentario de Unidas Podemos: “En realidad lo que le pasa a Vicente Vallés es simple, y es lo mismo que le ocurre a toda la derecha y la ultraderecha: le produce sarpullidos que las cloacas no consiguieran su objetivo y Unidas Podemos esté en el gobierno. Está en su derecho, pero que no lo llamen "informativos".

¿Por qué quienes dieron el pistoletazo de salida en redes contra Echenique no hicieron lo propio en su día frente a los maltratos que sufrieron –y sufren- las compañeras de oficio que he citado al comienzo del artículo? *  Incluso ellos mismos han sido víctimas de ataques, ¿por qué el caso de Vallés es especial? ¿por qué no han levantado la voz cada vez que ultras como Espinosa de los Monteros arremeten contra profesionales de la comunicación citando nombres y apellidos? (...)


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