Hussain Bachir Ibrahim, Mohamed Dadda, Elkantaui Elbar, Abdelmula Mohamed El Hafidi y Aziz El Uahidi. Los cinco tenían todo el futuro por delante cuando la Policía de Marruecos decidió pisar el freno. La última vez que acariciaron la libertad, si es que algún día llegaron a conocerla, ni siquiera habían cumplido la treintena. La mayoría tenían 23 y 24 años cuando fueron detenidos por las autoridades marroquíes en enero de 2016. ¿El delito? Ser estudiantes y organizarse para defender con uñas, dientes y mucha prudencia la libertad de su tierra: el Sáhara Occidental.

Los Compañeros de El Uali es el nombre con el que se conoce a este grupo de jóvenes universitarios. Sus 15 integrantes forman parte de los comités sindicales y políticos del movimiento estudiantil saharaui. Todos abandonaron sus hogares para tener acceso a una formación académica digna. La falta de universidades en el Sáhara es una de las múltiples vías que utiliza el régimen marroquí para ejercer violencia y abuso de autoridad contra las nuevas generaciones de las ciudades ocupadas. "De esta forma, consiguen mantenernos alejados de la realidad de la revolución", sostiene Brahim Moussayih, expreso político del grupo.