lunes, 25 de enero de 2021

Margarita Nelken, un volcán rojo y violeta: la nueva diana a la que dispara Vox con argumentos franquistas

 

Mari Sol Ibañez
15/1 
Manuel Cañada  8/3/2019 

[15/1] S Charo Artal: VOX lleva al próximo Pleno Municipal la propuesta de cambiar el nombre de la calle del Actur Margarita Nelken, por Leopoldo Calvo Sotelo.

El Grupo de Mujeres Feministas del Actur no lo vamos a consentir.

Subió a los palacios, estudió a los grandes pintores y fue la primera en traducir al castellano a Kafka. Pero también bajó a los chozos, organizó guarderías y huelgas, y pisó las arenas más enconadas de la lucha de clases.

Conocía el campo español como los museos de Europa”, dijo de ella Max Aub. Se codeó con la flor y la nata de la cultura del siglo XX, pero aprendió las verdades elementales de la época en los barrios de Madrid y en los cortijos de Extremadura. Subió a los palacios, estudió a los grandes pintores y fue la primera en traducir al castellano a Kafka. Pero también bajó a los chozos, organizó guarderías y huelgas, y pisó las arenas más enconadas de la lucha de clases.

Con Dolores Ibárruri y Federica Montseny, fue quizás la dirigente republicana más odiada por los señoritos, por los caciques, por los caínes que han manejado España desde siempre. La llamaron prostituta y bruja, “amazona judía” o “serpiente con faldas” (Juan Pujol). Francisco Casares, secretario permanente honorario de la Asociación de la Prensa de Madrid hasta 1977, la calificó como “presunta intelectual, más ramera de cerebro, que de quehacer sexual” y José María Pemán, el dramaturgo favorito del franquismo, se despachó contra ella de este modo: “¡Ay, maldita, maldita Tú, la hebrea, la del hijo sin padre: Margarita! ¡Nombre de flor y espíritu de hiena!”.

Odiada, insultada, silenciada. Se había enfrentado a la marginación centenaria de las mujeres, al desprecio por los niños huérfanos o hijos de madres solteras, a la explotación de los obreros y campesinos, al papel tutelar sobre la educación o la asistencia social que desempeñaba la Iglesia Católica. Demasiados enemigos de envergadura, enemigos troncales en la España reaccionaria. Pero, como señalará Paul Preston, el delito de Margarita Nelken a los ojos de la derecha tenía especialmente dos vertientes: “Se había valido de sus dotes destacables, artísticas, literarias y políticas para hacer campaña en favor de que las mujeres se liberaran de la opresión masculina de la sociedad española y para que el campesinado sin tierra se librara de la brutalidad cotidiana de sus vidas, en muchos casos poco mejor que la de los esclavos” (...)

 18/1/2021 Mari Sol Ibañez  /arainfo.org/ I

 La ultraderecha ha presentado una petición, con insultos reciclados de la rancia y ultracatólica derecha española, para retirar del callejero zaragozano el nombre de la artista, activista del movimiento obrero, defensora de la República, diputada y fallecida en el exilio. La respuesta no se ha hecho esperar, Feministas Actur-Goya ha lanzado el manifiesto "Margarita Nelken no se toca", apoyado por medio centenar de colectivos, asociaciones, sindicatos y partidos.

OTRA COSA:   Margarita Robles: “no es bueno cuestionar las instituciones” necedad, propia de un ministro de una dictadura, de Lucio Martinez Pereda


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