Secretariado de la Internacional Progresista 26/05/2024
El primer ministro Modi despliega la islamofobia como estrategia de campaña y de gobierno, pero pese a ello sigue siendo aclamado por líderes y lideresas de todo el mundo
En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
India lleva cuatro semanas de elecciones generales. Ya ha votado casi el 70% de las 543 circunscripciones del país. Los resultados de todos los escaños se darán a conocer el 4 de junio.
Hasta ahora, han sido las elecciones más feas desde la independencia; el supremacismo hindú manifiesto del partido gobernante, el Bharatiya Janata Party (BJP), ha demonizado y privado de derechos a lxs 170 millones de ciudadanxs musulmanxs de la India. El BJP ha pasado los últimos años reprimiendo a los medios de comunicación críticos y a la oposición política para impulsar un proyecto fundamentalmente antidemocrático y excluyente.
El primer ministro Narendra Modi ha marcado la pauta, refiriéndose a la población musulmana india como “infiltradxs” que tienen “muchxs hijxs”, y afirmando que acaparan los recursos y los derechos sociales del país. En otro discurso, acusó a la oposición política de fomentar y participar en la “yihad del voto”. Los líderes del BJP y sus cuentas en las redes sociales han estado incitando abiertamente al odio contra las minorías religiosas en India.
El miércoles, Yogi Adityanath, ministro principal del BJP de Uttar Pradesh, el estado más poblado de la India con más de 240 millones de habitantes, dijo a lxs musulmanxs que “vayan a Pakistán y mendiguen allí, no sean una carga para la India”. Semejante retórica no sólo es peligrosa y divisoria en un país con un historial de violencia interreligiosa, sino también contraria a la ley.
La Ley de Representación del Pueblo prohíbe a lxs candidatxs apelar a lxs votantes “por motivos de [...] religión”, un acto que puede inhabilitar a lxs candidatxs durante seis años. Esa ley también prescribe una pena de tres años de cárcel para cualquier candidatx que “promueva [...] por motivos de religión [...] sentimientos de enemistad u odio”. Sin embargo, la Comisión Electoral de India no ha tomado ni una sola medida punitiva contra el BJP o sus dirigentes.
Siguiendo el ejemplo de los discursos de Modi, la policía de Uttar Pradesh ha impedido votar a lxs musulmanxs en la circunscripción de Sambhal. Lxs musulmanxs fueron golpeadxs, maltratadxs y devueltxs, con sus tarjetas de identidad electoral confiscadas o rotas por la policía.
En al menos tres escaños parlamentarios, candidatxs de otros partidos e independientes se retiraron de la contienda, dejándolos sin oposición. En la circunscripción a la que se presenta el ministro del Interior, Amit Shah, se han retirado 16 candidatxs. Algunxs alegaron que su decisión se había tomado bajo coacción por “presiones” del BJP. “Es posible que me maten”, dijo en un vídeo unx de lxs candidatxs que ha retirado su candidatura, “apelo a mis compatriotas: salven a esta nación; está en peligro”.
Shah ha hecho campaña por la reelección de su partido con la islamofobia más cruda posible. Sus discursos están salpicados de referencias a lxs musulmanxs como “infiltradxs”, sugiriendo que un voto a la oposición es un “voto a la yihad”.
No se trata de un discurso malintencionado, sino del guión central del BJP. Esta misma semana, el ministro principal del BJP de Uttarakhand, Pushkar Singh Dhami, afirmó que el partido de la oposición “del Congreso implantará la sharia en el país y dará privilegios a lxs musulmanxs. Se llevarán la mitad de la riqueza de lxs hindúes y la distribuirán entre los musulmanes”. El Congreso Nacional Indio no tiene esa política.
A pesar de que Modi despliega la islamofobia como estrategia de campaña y de gobierno, sigue siendo aclamado por líderes y lideresas de todo el mundo. Ha sido homenajeado por el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, con un banquete de Estado, y por el presidente francés, Emmanuel Macron, como invitado de honor en el Día de la Bastilla.
Pero en India, las fuerzas progresistas luchan por preservar la democracia laica del país. Una alianza de movimientos sociales de todo el país ha llamado a lxs comisarixs electorales a “armarse de valor o dimitir”, urgiendo al organismo a combatir la incitación al odio e impedir la manipulación electoral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario