miércoles, 16 de febrero de 2022

La estrategia empresarial de las mafias para extenderse por el mundo, de Pau Esparch

 ES.ARA.CAT   15/01/2022

La pandemia crea nuevas alianzas y hace que las organizaciones busquen otros negocios para lucrarse

✍️ Pau Esparch



Vivía en Barcelona sin ostentación, pero cuando salía de la ciudad se gastaba el dinero en yates, coches de alta gama y llevaba relojes de lujo. La Guardia Civil entró hace un mes a su casa y lo pilló en el comedor con cinco móviles y dos cuadernos de anotaciones mientras estaba coordinando operaciones en alta mar. Se le definió como uno de los narcotraficantes más buscados internacionalmente y, según la investigación, aprovechó su experiencia en el tráfico de hachís de Marruecos a España para montar también otra ruta africana de cocaína. Este es un ejemplo que en un mundo globalizado las organizaciones criminales no se quedan al margen y buscan la manera de extenderse a pesar de las adversidades. Con el covid han demostrado la capacidad de adaptarse a una pandemia, continuarse lucrando y mantener el afán de corromper las instituciones.

“Son empresas criminales porque saben ver una oportunidad o un nicho de mercado”, explica el profesor de criminología de la UOC Marc Balcells. Los tres grandes negocios de las mafias son las drogas, las armas y el tráfico de seres humanos para la explotación sexual, según el profesor del grado de seguridad de la UB Xavier Torrens: “Su modelo es como el de Netflix. Pueden tener un producto de mucho éxito y después otros en que no entran tanto dinero”. Pero su estrategia empresarial es “la suma” de todo aquello que pueden recoger. La profesora de criminología y crimen organizado de la Universidad de Essex Anna Sergi dice que las bandas “más sofisticadas” son menos violentas y se centran “en buscar beneficios parecidos a las empresas”.

Sergi describe la ‘Ndrangheta, la mafia de Calabria que ahora se sitúa como la más poderosa mundialmente y que controla la mayoría del narcotráfico, como una “estructura empresarial familiar”. Además de las dinastías intergeneracionales, trabajar en sus negocios también implica “la transferencia de intereses”. Torrens apunta que las organizaciones crean “una capa de protección” en sus miembros, lo que hace que el narcotráfico tenga atemorizadas algunas poblaciones –las mafias italianas aplican el pizzo, un impuesto por seguridad– pero también suponga un incentivo para ascender socialmente. Esto sumado a un acceso rápido al dinero provoca que personas en edad de estudiar o trabajar lo vean como “una oportunidad enormemente atractiva”, añade el profesor del grado de seguridad de la UB Josep Antoni Macho, que es sargento en activo de los Mossos d'Esquadra. Una realidad que ya se percibe en el campo de Gibraltar.

La diversificación de los negocios supone que las organizaciones también entren en las rutas legales, como ha pasado en México: el narcotráfico controla la ruta de los aguacates porque “se han dado cuenta que por esta vía de los productos legales pueden obtener más dinero”, ejemplifica Torrens (...)

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