sábado, 19 de febrero de 2022

MATANZA franquista de REPUBLICANOS en Coria del Río

    

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Al menos 157 vecinos fueron directamente asesinados, otros murieron
por malos tratos y enfermedades en las cárceles. La ARMH de Coria
estima en unos 215 personas represaliados en Coria, entre asesinados
y desaparecidos. Esto ocurrió en un pueblo en el que ningún derechista
fue asesinado. La inmensa mayoría están enterrados en el cementerio

En el momento del golpe rebelde del 36, Coria del Río (Sevilla) tenía una población de 10.500 habitantes y una larga tradición Republicana. Los jornaleros llevaban una vida miserable, la mayor parte estaban afiliados a la CNT y participaron activamente en las reivindicaciones campesinas a lo largo de la II República. Aunque las autoridades Republicanas se esforzaron en paliar esta situación, los terratenientes imponían sus normas negándose a cumplir las leyes Republicanas promulgadas para mejorar la vida de los campesinos.

La reacción el golpe militar fue la formación de un Comité de Defensa de la República en el que participaron partidos, autoridades municipales y sindicatos, el protagonismo de los anarquistas fue fundamental. Con algunas escopetas, y pocos fusiles hicieron frente con gran valentía a las fuerzas rebeldes, pero los fascistas eran muy superiores militarmente y nada podían hacer. Los golpistas se hicieron con el control de la población, entonces comenzó el terror. A partir de julio de 1936 y durante muchos años, los franquistas sometieron a la población a una brutal represión, que siguió el mismo modelo de tantos otros pueblos.

El exterminio a lo largo desde 1936 hasta muchos años después de todos aquellos considerados opuestos al golpe la llevó a cabo la oligarquía local. Su objetivo era desembarazarse de todos aquellos trabajadores que habían destacado en sus reivindicaciones por la mejora de las condiciones de trabajo. Con la colaboración de la iglesia, falangistas y guardia civil, los detenían para ser torturados ejecutados.

La represión se materializó en la eliminación física, rápida y sin formulismos. Las desapariciones escondieron la magnitud de la matanza. Las víctimas eran sacadas de sus casas sin dejar rastro, la familia ya no supo más de ellas extendiendo el terror y la parálisis entre la población Republicana. Además se aseguraban la impunidad negando los crímenes. En Coria la mayoría de las víctimas fueron jornaleros. También cayeron muchos Republicanos integrados en la coalición del Frente Popular y la mayor parte de los miembros de la Corporación Municipal (...)

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