Hagamos una ley que apueste por la concordia en Euskadi sin llamar “terroristas” a los miembros de ETA porque “nunca ha habido un relato consensuado” en la sociedad vasca y “tampoco entre los historiadores”. Con el mismo argumento, animemos a las naciones europeas a que se “concordien” muy fuertemente con una legislación que no llame “nazis” a los nazis, que ni siquiera mencione a Adolf Hitler, que equipare el Holocausto con los crímenes de guerra cometidos por los Aliados y que otorgue la misma consideración a los SS que a los miembros de la Resistencia, a quienes murieron luchando contra el III Reich que a los que cayeron defendiéndolo (...)