Lucio Martinez Pereda · elnacional.cat Barcelona. 15 marzo 2020
La grave situación de salud pública que vive España por el coronavirus, en parte amplificada por la negligencia del gobierno de Pedro Sánchez
a adoptar desde el primer momento drásticas medidas como se le pedía,
por ejemplo, desde Catalunya, no debe tapar lo que, sin duda, es una
noticia de alcance internacional y que compromete muy seriamente a la
monarquía española. El rey Felipe VI ha reconocido a través de un comunicado de la Casa Real que
tenía conocimiento desde hace tiempo, al menos más de un año, de las
cuentas offshore de su padre en el extranjero, amasadas con total
impunidad y que iba a ser el receptor de la fortuna corrupta.
El envoltorio que se le ha dado al comunicado poniendo el acento en que renunciará a la herencia -debería explicar como ya que el Código Civil prohíbe la renuncia a la herencia futura (artículos 816 y 991)- y que su padre, Juan Carlos I, dejaba de percibir su asignación de los Presupuestos Generales del Estado es la parte, digámoslo así, amable, de una noticia que deja ante los ojos de todos los españoles la corrupción en la jefatura del Estado durante décadas (...)
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OTRA COSA: La propaganda antifascista, «marcar la piel del agua»
El envoltorio que se le ha dado al comunicado poniendo el acento en que renunciará a la herencia -debería explicar como ya que el Código Civil prohíbe la renuncia a la herencia futura (artículos 816 y 991)- y que su padre, Juan Carlos I, dejaba de percibir su asignación de los Presupuestos Generales del Estado es la parte, digámoslo así, amable, de una noticia que deja ante los ojos de todos los españoles la corrupción en la jefatura del Estado durante décadas (...)
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OTRA COSA: La propaganda antifascista, «marcar la piel del agua»
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