Paquita Caminante · elnacional.cat Anna Solé Sans. 2 de marzo de 2020
"La extrema derecha, y su sección más violenta y radical, la ultraderecha, no es un fenómeno monolítico ni sencillo de acotar, sino un espacio ideológico que presenta rasgos en común pero que se expresa de formas diversas e incluso contradictorias. Entre los elementos en común, la intransigencia como actitud, el desprecio por el diálogo, la falta de empatía por el adversario o el percibido como diferente, el rechazo a la inmigración, la visión punitiva de la justicia y la autoridad, la defensa de las jerarquías y la exaltación nacionalista, que en Catalunya es sobre todo española pero también, de forma incipiente, catalana". Estas son algunas de las conclusiones del informe L'extrema dreta a Catalunya i Espanya elaborado por la Oficina de Derechos Civiles y Políticos que se ha hecho público este lunes.
De esta manera, como recogen las conclusiones del estudio, se distinguen tres campos de actuación que son el electoral, el activista y el institucional. Tal como señala el informe, en los dos primeros casos "las características de la extrema derecha que actúa en Catalunya no distan mucho de las de otros países europeos, tanto por las propuestas políticas que se presentan a las elecciones como los grupos que actúan a pie de calle, difundiendo planteamientos filofascistas o directamente fascistas y agrediendo y atacando a personas, domicilios, entidades o instituciones".
Ahora bien, con respecto al ámbito mencionado, el institucional, se constata que "las estructuras del estado español sufren un sesgo ideológico hacia la extrema derecha notable consecuencia del franquismo y de la falta de depuración y desfascistización de la administración". Además, remarcan que "este sesgo es especialmente preocupante en ámbitos como la judicatura, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado o las fuerzas armadas. (...)
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