lunes, 16 de marzo de 2020

La MASACRE de LÉRIDA, la ciudad fue duramente castigada por un bombardeo aéreo fascista en 1937

Victoria Alerce en EN LUCHA CONTRA EL NEOLIBERALISMO(ExS) ·
El Liceu Escolar fue alcanzado por las bombas de los aviones fascistas; más de 60 alumnos de entre 9 y 13 años quedaron sepultados bajo las ruinas. Las risas de los niños quedaron soterrada para siempre bajo los escombros y los ángeles de los niños también debieron caer muertos con las alas de plata hechas añicos bit.ly/2LzhzrD
En recuerdo de los Republicanos combatientes antifranquistas, firma en bit.ly/1TF7lTv. Reconocidos en Europa por luchar contra los nazis, en España olvidados
documentalismomemorialistayrepublicano.wordpress.com
No fueron los aviones de la Legión Condor, en 2011 el diario La Manyana publicaba un artículo de Antonio Ruiz Mostany y de Josep Pla, explicando con precisión y exactitud todos los datos de la misión, realizada por 9 aviones Savoia S.79 de las escuadrillas 289 y 280 del XXIX Grupo B.T.V. Aviación Legionaria italiana, que partieron de Soria y bombardearon la ciudad, marcada como objetivo alternativo porque el primer objetivo, una fábrica de productos químicos en la localidad tarraconense de Flix, no podía verse debido a una capa de nubes. El 2 de noviembre de 1937 a las 15.40 horas las bombas convirtieron en pocos segundos la ciudad en un infierno, y sus calles en un campo sembrado de cadáveres. Los aviones dejaron caer los proyectiles en numerosos puntos del casco urbano, especialmente en los alrededores del Puente viejo, la Calle Mayor, el Mercado de San Luis, la sede local del Banco de España y el Liceo Escolar. El ataque provocó unos 250 muertos y alrededor de 750 heridos. Como ha señalado la historiadora Mercè Batallat citada por Solé i Sabaté y Villaroya: “..Si el bombardeo de Guernica los nazionales lo atribuyeron a los republicanos, este bombardeo de Lleida optaron por ignorarlo y hacer desaparecer las víctimas del registro..”
Las autoridades republicanas, ante el temor de que el bárbaro ataque levantara las iras de la población y se produjeran venganzas contra las personas consideradas de derechas, tomaron la decisión de lanzar varias proclamas por la radio para calmar los ánimos. Uno de los escogidos para hablar fue el comandante Sebastián Zamora Merino, que había perdido a una hija en el bombardeo y tenía otra que estaba malherida (...)


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