jueves, 2 de abril de 2020

El coronavirus y el fin del neoliberalismo posmoderno

Es la hora de la reducción al absurdo del capitalismo en su versión neoliberal y la posmodernidad como su soporte metafísico. Esta crisis del coronavirus pone en tela de juicio a todo el mundo. Afecta gravemente a la salud de los ciudadanos, la vida de las empresas, el destino de los empresarios, los trabajadores, los trabajadores precarios y pobres. Todo en el mismo remolino porque hay, en las sociedades modernas, una "comunidad de destino" que nos une inextricablemente el uno al otro. Haber quebrado este vínculo, incluso emocionalmente, al difundir el miedo al otro, el individualismo radical, la insolidaridad social, el “sálvese quien pueda” que nos impone el neoliberalismo nos hace más frágiles hoy, fruto de la perversa hegemonía cultural que resulta antagónica cuando debemos unirnos para enfrentarnos a un enemigo común, del cual nadie puede escapar solo.
El poscoronavirus será como un período de posguerra. Encontraremos sólo escombros. Entonces, ¿qué sentido tendrán todas las excrecencias neoliberales que se ha demostrado en esta crisis y en la de 2008  ser falacias sumarias para imponer el implacable derecho de una minoría a explotar, marginar y depauperar a las mayorías sociales? Sobre todo cuando el coronavirus nos impulsa a repensar el significado de nuestra vida, nuestra forma de estar juntos, los peligros de la globalización, ya que es posible que nos devuelva una normalidad diferente, un renacer distinto,  incluidas las reglas financieras internacionales.  El problema es que hemos perdido el sentido del equilibrio entre los diversos componentes de nuestra sociedad.
Joseph Stiglitz, prem (...)
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OTRA COSA.   La mayor responsable de lo que hoy nos pasa pague el precio que paga un canalla, de Pelayo Martín


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