sábado, 15 de agosto de 2020

Qué es el fascismo y por qué hay que pararlo

Paquita Caminante · contrainformacion.es  Al Descubierto   julio 16, 2020
Al fascismo (y a la extrema derecha) no solo hay que combatirlo, sino que no se puede tolerar que difunda mentiras y discursos falsos en los que se ataque a minorías o se nieguen derechos fundamentales.

Actualmente, hay conceptos (fascismo, terrorismo…) que todo el mundo utiliza de manera más o menos habitual. Conceptos que proceden del ámbito académico o teórico, pero que se han popularizado hasta formar parte de lo cotidiano. Esto se observa con terminología procedente del ámbito sanitario cuando, por ejemplo, las personas hablan de cómo se sienten; del ámbito económico, algo que se vio especialmente tras la crisis económica de 2008; o del ámbito político a la hora de etiquetar o definir ideas y propuestas.
Y, en principio, esto no debería tener nada de malo. A menudo es una muestra del avance de la cultura y del conocimiento a todo tipo de estrato social. Sin embargo, a veces también los términos se deforman y pierden parte de su significado original, muy especialmente si hay intereses detrás de que eso ocurra.
Ejemplos de esto se ven en el uso de la palabra “terrorismo”, que ha sido utilizada de manera arbitraria en varias ocasiones, sobre todo por fuerzas políticas de derecha y ultraderecha hasta el punto de tener implicaciones legales. Un chiste sobre la muerte de Luis Carrero Blancouna canción o una pelea en un bar se han llegado a convertir en España en acusaciones de “apología al terrorismo” o de “acción terrorista”. O también a los Comités de Defensa de la República (CDR) de Cataluña, cuyos miembros han sido acusados de terroristas.
De forma similar sucede con la palabra “fascismo” y todas sus posibles derivaciones. Se ha utilizado tanto y por parte de tantas ideologías de manera peyorativa que parece que se olvida de qué se está hablando. Incluso parte de la extrema derecha y de el propio fascismo se ha llamado fascista a colectivos izquierdistas, como si existiera un “fascismo” o “nazismo” de izquierdas.
Hay una cuestión evidente: ni toda acción violenta es terrorismo, ni toda acción autoritaria es fascismo. Las implicaciones de ambas definiciones son complejas y esconden décadas de estudio para entenderlas ya que aluden a fenómenos relativamente recientes.
Este artículo trata de hacer una aproximación teórica sobre la definición de fascismo y sobre la necesidad de comprender que es necesariamente negativo para el mundo (...)
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OTRA COSA:   Dicho con voz de demócrata de toda la vida, desde un medio “civilizado”, desde la progresía moderna pero moderada, eso sí, de Pelayo Martín 



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