jueves, 18 de noviembre de 2021

Sebastián Blasco Aznar, el republicano que "suicidaron" al acabar la Guerra Civil

 ELDIARIO.ES   Candela Canales  18 de junio de 2021 


"Hacía dos semanas que había acabado la Guerra Civil, aunque en Andorra hacía ya un año que mandaban los fascistas. Sebastián, que es como se llamaba aquel sastre valiente y apuesto, no había ido a la guerra porque era cojo y tenia familia, pero sus hermanos pequeños habían luchado en el bando republicano y hacía muy poco que habían vuelto del frente. Todos estaban muy asustados, pues cada día se iba esparciendo el horror y no había pueblo en el que no hubieran apresado o matado a alguien. Maestros, sindicalistas o simples obreros no dispuestos a achantarse eran sus victimas favoritas", así empieza el cuento que relata la historia de Sebastián Blasco, el abuelo de May Borraz, que fue asesinado el 17 de abril de 1939 en Andorra (Teruel).

Sebastián Blasco, vecino de Andorra y defensor de la República, murió poco después de terminar la Guerra Civil. Oficialmente se hizo constar como un suicidio, aunque la familia nunca lo creyó. Cuando empezó el conflicto, Sebastián tenía 51 años y su familia se posicionó al completo en el lado republicano. "Desde que había acabado la guerra los fascistas del pueblo se habían envalentonado aún mas y se pasaban el día amenazando a todos los que no comulgaban con sus ideas. Y ellos eran, claramente, de los que no lo hacían. No hacía ni dos días que Sebastián había gritado un 'Viva la República' con el puño alzado en las escaleras del Ayuntamiento", relata Borraz en el libro 'El último cuento. De abuelos y cunetas'.

Fue asesinado por un grupo de falangistas, guardias civiles y afectos al nuevo régimen, y enterrado junto a la tapia del cementerio de la localidad. El parte oficial de la época determinó que Sebastián se suicidó clavándose su navaja en el cuello, para evitar su captura por haber tomado parte "durante la dominación roja en robos y otros hechos".

La muerte de Sebastián dejo una viuda, Manuela, y tres hijas huérfanas de padre. Pilar, la mayor, tenia trece años; Luisa, la mediana, ocho; y Fabiola, la más pequeña y madre de May Borraz, aún no había cumplido los dos años (...)

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