sábado, 4 de diciembre de 2021

Argelia acaba en los Pirineos, por Enric Juliana

🟡 V+ Análisis | Como señala Enric Juliana, se podría decir que, en cierta manera, “Argelia acaba en los Pirineos”. Hay una única conexión de gas entre España y Francia, lo que impide balancear la influencia de su suministro.


Estos días se han publicado numerosos mapas para explicar lo que significa el cierre del gasoducto Magreb Europa. Si el lector se fija bien observará una anomalía en esa cartografía. La península Ibérica apenas está conectada con la red europea. El problema de los ferrocarriles y de la electricidad se repite con el gas. La isla ibérica. La balsa de piedra, según dejó escrito José Saramago.

Existe una única conexión con Francia a través del País Vasco. El gasoducto Euskadour, de 360 kilómetros, conecta una planta de regasificación ubicada en Zérbena (Bizkaia) con el depósito subterráneo francés de Lussagnet, un acuífero natural que es uno de los mayores almacenes de gas del sur de Europa. Capacidad: 2 bcm anuales, seis veces menos que el gasoducto magrebí que acaba de cerrar Argelia en su estrategia de la tensión con Marruecos. Inversión de 180 millones de euros. Una buena infraestructura para la economía vasca.

No hay ninguna otra conexión a lo largo de la barrera pirenaica. La sección mediterránea del Medgaz, el único gasoducto que hoy conecta España con los yacimientos argelinos, muere en Hostalric, a unos cien kilómetros de Francia. El gran proyecto paneuropeo del gas quedó atascado en Catalunya. Vamos a explicar por qué.

A finales de los años cincuenta, Francia quiso promocionar el gas del Sáhara para favorecer el desarrollo económico de Argelia. Era el último intento de evitar la independencia. Proyecto ideado por el militar y diplomático francés Guillaume Georges-Picot, amigo del general De Gaulle, conocedor de Argelia y profundamente afectado por la tragedia francesa en Indochina. Se creó la Association Eurafricaine Minière et Industrielle (Assemi), abierta a agentes económicos europeos. La España de Franco no fue invitada de manera oficial, pero se ofreció una plaza al Banco Urquijo, que contaba con apoyos en París. El Urquijo delegó en el ingeniero catalán Pere Duran Farell, entonces directivo de Catalana de Gas. El proyecto estelar de la Assemi fue el Eurafrigas, un ambicioso plan para transportar gas del Sáhara hacia el corazón industrial de Europa: de los yacimientos argelinos de Hassi R’Mel a la ciudad alemana de Essen, en la cuenca del Rin, pasando por Cartagena, Barcelona, Lyon, París, con un ramal hacia Italia. Un gasoducto de 2.600 kilómetros de los cuales doscientos serían submarinos. El corredor mediterráneo del gas, por decirlo con una categoría actual. 10.000 millones de metros cúbicos anuales para la industria europea, una décima parte de los cuales se quedarían en España (...)

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