domingo, 21 de enero de 2024

CTXT. ¿Por qué es tan importante Gaza en la lucha palestina? Por Anne Irfan (+972)

 Anne Irfan (+972) 7/01/2024

La historia de la Franja de Gaza revela que el diminuto enclave lleva mucho tiempo condensando la identidad palestina; por eso es ahora el epicentro de la crisis regional

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Gazaque estaba sufriendo las formas más severas de desposeimiento y control militar, se convirtió en la cuna de lo que quizás fuese el levantamiento palestino más importante del siglo pasado: la Primera Intifada.
Primera Intifada en la Franja de Gaza, 1987. / Colección Efi Sharir/Dan Hadani, Colección Nacional de Fotografía de la Familia Pritzker, Biblioteca Nacional de Israel.

¿Por qué es tan importante Gaza en la lucha palestina? - Ctxt.es


Más de medio siglo después de que Israel comenzara la ocupación de la Franja de Gaza, cada vez hay más indicios de que está utilizando su ofensiva militar actual para remodelar el territorio por completo.

El 30 de octubre, +972 publicó un documento oficial del Ministerio de Inteligencia de Israel que recomendaba expulsar por completo a todos los palestinos de Gaza al desierto del Sinaí. Tras recibir informaciones de que el Gobierno israelí presionaba a Egipto para que aceptara buena parte de la población de Gaza, el primer ministro Benjamin Netanyahu confirmó en una reunión del partido Likud que estaba procurando activamente “transferir” a los palestinos fuera de la Franja. El llamamiento a la expulsión en masa, que ya ganaba partidarios en la derecha israelí antes del 7 de octubre, encuentra cada vez mayor aceptación en el discurso dominante en Israel.

Los ataques a la infraestructura de Gaza y a la población civil parecen corroborar estos planes. El comisionado general de UNRWA, Philippe Lazzarini, ha declarado que por primera vez desde su creación hace 74 años, la agencia es incapaz de cumplir su mandato en Gaza. Algunos analistas sostienen que las acciones de Israel en Gaza ahora constituyen domicidio: la destrucción masiva y deliberada de casas con el objetivo de hacer una zona inhabitable.

La cifra de víctimas mortales palestinas desde el 7 de octubre ya supera el número total de muertos en todas las operaciones israelíes anteriores en la Franja en este siglo. En el momento de escribir estas líneas, las fuerzas israelíes han matado a más de 22.500 palestinos en Gaza, el 70% de ellos mujeres y niños; más de 51.000 personas han sido heridas, y casi 1,9 millones de personas, la inmensa mayoría de la población de la Franja, han sido desplazadas.

Mientras defiende sus acciones en Gaza, argumentando que son necesarias, y niega las acusaciones de crímenes de guerra, el Gobierno israelí define su guerra en términos existenciales. La incursión de Hamás el 7 de octubre fue uno de los ataques más mortíferos contra Israel en la historia de la nación. Por primera vez desde 1948, las fuerzas israelíes perdieron temporalmente el control del territorio dentro de la Línea Verde, mientras Hamás mataba a más de 1.200 israelíes, hería a más de 5.000 y secuestraba a unas 240 personas, la mayoría de ellas civiles. El impacto en la psique israelí y el consiguiente trauma colectivo han sido profundos.

Aprovechando estos sentimientos, el Gobierno israelí, con el amplio apoyo de la opinión pública, ha planteado el ataque a Gaza como una batalla por la supervivencia. El ministro de Defensa Yoav Gallant sentenció: “Se trata de ellos o nosotros” y calificó el asalto por tierra y aire de “guerra por la existencia de Israel como una nación judía próspera en Oriente Próximo”. Netanyahu lo ha bautizado “la segunda guerra de independencia”.

Sin embargo, las grandilocuentes declaraciones chocan con el hecho de que Gaza, por lo menos a primera vista, no es más que un puntito diminuto en el mapa. ¿Cómo se ha convertido un territorio tan pequeño –que comprende menos del 1,5% de la Palestina histórica y es más pequeño que la mayoría de ciudades de EE. UU.– en el epicentro de una lucha nacional, regional y global de enorme importancia?

Para cualquiera que esté familiarizado con la historia de la Franja de Gaza, esta circunstancia no es ninguna sorpresa. De hecho, en los últimos 75 años, Gaza siempre ha estado en el meollo de la historia palestino-israelí. Todas las cuestiones principales de la lucha palestina –desposeimiento, ocupación, levantamiento, autonomía y combatividad– están condensadas en este enclave costero. Por eso, trazar la historia de la Franja a través de estos hitos puede aclarar el momento presente y ayudar a explicar el trasfondo de la crisis actual.

Desposeimiento y exilio

Como en sus orígenes era una ciudad portuaria en el Mediterráneo oriental, Gaza cuenta con una larga historia como centro de actividad comercial con una ubicación estratégica clave para Oriente Próximo, el norte de África y el sur de Europa. Pero la “Franja” de 40 kilómetros que conocemos hoy es consecuencia directa de la Nakba.

En virtud del Plan de Partición de la ONU de 1947, el 55% de Palestina iba a destinarse a un nuevo Estado judío; el 45% restante incluía la ciudad de Gaza y una superficie importante del suroeste de Palestina que se extendía hasta el desierto del Naqab/Néguev. En realidad, claro está, Palestina iba a enfrentarse a un destino muy diferente. En mayo de 1948, tras meses de violencia y expulsiones, el líder de la Agencia Judía, David Ben-Gurión, declaraba establecido el Estado de Israel, sin especificar sus fronteras. Para el año siguiente, las fuerzas israelíes se habían apoderado del 78% de Palestina.

Los acontecimientos de la Nakba formaron la Franja de hoy en día tanto en términos territoriales como demográficos. Egipto, que se había unido a otras naciones árabes para declararle la guerra a Israel en 1948, firmó un acuerdo de armisticio con su nuevo vecino del norte en febrero de 1949. El armisticio establecía las fronteras actuales de la Franja de Gaza –una extensión de terreno significativamente más pequeña que la que había determinado la ONU en 1947–, que quedaba bajo administración egipcia.

Por su parte, la creación del Estado israelí desplazaba y expulsaba a la fuerza al menos a tres cuartas partes de la población palestina, lo que generó 750.000 refugiados palestinos. Si bien este éxodo transformó la demografía de todo el Levante, ningún sitio recibió más refugiados per cápita que la Franja de Gaza. Contaba con unos 80.000 habitantes antes de la Nakba, y para finales de los años cuarenta había acogido a más de 200.000 refugiados, triplicando la población de la zona. La alta densidad de población de la Franja en el siglo XXI, de la que dos tercios son descendientes de aquellos primeros refugiados, se remonta directamente al impacto de la Nakba.

Para los cientos de miles de palestinos que vivían en Gaza en esa época, la vida se caracterizaba por el empobrecimiento y las penurias generalizadas. Tanto los refugiados como los lugareños gazatíes habían perdido sus tierras de labranza y propiedades a manos del nuevo Estado israelí y a todos se les arrebató el conjunto de la economía palestina con el que habían interactuado hasta entonces.

Los ocho campos de refugiados recién creados para acoger a miles de personas a lo largo de la Franja solían estar abarrotados, además de ser insalubres y tremendamente incómodos. Y aunque la respuesta humanitaria internacional tendía a centrarse en los refugiados, muchos de los propios gazatíes originales se encontraban igual de empobrecidos; algunos incluso habían sido desplazados, aun dentro de la misma Franja.

El comienzo de la historia de la Franja de Gaza condensa la entidad palestina además del desposeimiento. En plena Nakba en 1948, Gaza albergó el Consejo Nacional Palestino, que proclamó la formación del Gobierno de Toda Palestina, una idea de los líderes nacionalistas exiliados y el primer intento de forjar un Gobierno palestino en el exilio, aunque fuese bajo protección egipcia. En muchos sentidos, se trataba de los últimos coletazos de las antiguas élites palestinas, que fueron perdiendo relevancia tras la guerra de 1948 (...)

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