Derek Kieper era un joven estudiante norteamericano con ideas muy estrictas sobre la libertad. Se mostraba radicalmente en contra de la obligación de llevar puesto el cinturón de seguridad en el coche. Como otros muchos libertarios en EEUU, sostenía que el Gobierno no debe interferir en una decisión que compete a cada ciudadano de forma exclusiva. “El Tío Sam no existe para regular cada faceta de la vida con independencia de las consecuencias”, escribió.