Manuel Saco 6 de agosto de 2023
La muerte fue para ambos un tema recurrente desde que nos hicimos hermanos, hace de esto 34 años. Él la había visto de cerca decenas de veces, y sabíamos que hablar de ella era la receta mejor para aventar el miedo. Estaba preparado
- Creo que ya todos lo sabéis: desde el miércoles 2 de agosto, el mundo es un poco peor. Al filo de la medianoche de ese día,, se dejaba morir el periodista Ramón Lobo, mi hermano del alma. Se iba feliz, amarrado a un respirador y un gotero, meciéndose tranquilo en un mar de endorfinas que aliviaban su marcha hacia el paraíso de los ateos. El único cierto, donde no te espera ningún dios bárbaro y vengativo para ajustar cuentas.
- "Nuestro Ramón tenía dos familias, la biológica y la adoptiva. En una de sus obras (no recuerdo si fue en «Todos náufragos» o en «La ciudades evanescentes»), Lobo le dice a su madre que va a visitar a su hermano Manolo a Ourense. La madre, ya muy mayor, le replica: «No sabía que tú tuvieras un hermano». El hijo se lo explica así a su madre: «Mamá, yo tengo dos familias, una biológica y otra adoptiva. Y tú estás en las dos». Ese es mi Ramón. El que se fue «por una senda clara» marcándonos un camino de esperanza. Adiós, querido Ramón. Me quedo con tu hermano Manolo a quien, por admiración y envidia (no sé en qué orden) yo llamo Mozart. Él me llama a mí Salieri. Y no le falta razón."
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