miércoles, 2 de septiembre de 2020

Argentina. Hoy se cumplen 3 años de la desaparición de Santiago Maldonado por la Gendarmería al mando de Patricia Bullrich y+

· walteronorato.blogspot.com   Adriana Meyer - Página 12

La familia de Maldonado hoy pide por la aparición del joven de Pedro Luro. Tres años sin Santiago, tres meses sin Facundo
Santiago hubiera querido que hoy gritáramos, marcháramos y exigiéramos la aparición con vida de Facundo. Hicimos eso por él y apareció, pero sin vida. Hasta hoy la rancia derecha (y algunes que se dicen progresistas) insisten en que se ahogó solo, reacios a rendirse a la evidencia de que en ese momento al límite de su muerte estaba rodeado por gendarmes que seguramente le apuntaban como al chileno Nicasio Luna, el testigo que apreció tiempo después y que relató cómo fue perseguido por los gendarmes y terminó a pocos metros de él, semi sumergido en ese río helado de Chubut.
Ellos eran los wenüy, los amigos blancos de los mapuches de Cushamen que desde 2015 recuperaron territorio ocupado por el magnate Benetton, y habían acudido a reforzar la presencia durante la protesta con corte de la ruta 40 por la represión del 31 de julio de 2017 en Bariloche cuando la comunidad y organizaciones que la apoyaban repudiaron la detención de su lonko, líder político y espiritual, Facundo Jones Huala. A Romina Jones Huala le habían roto la boca los policías, y la mitad de los weichafe (guerreros) de la Pu Lof en Resistencia estaban presos. Santiago partió hacia la Lof casi sin avisar a nadie, su amigo Ariel Garzi no podía ir porque ya estaba fichado, ya lo habían detenido cuatro veces, y en una de ellas fue paseado y golpeado adentro de un patrullero mientras le decía que se dejara de «joder» con su activismo en apoyo de «esos indios de mierda».

Lejos del estereotipo hippie y «silvestre», Santiago usaba un abrigo a rayas que no había comprado sino trocado por sus tatuajes, y escuchaba el rap anarquista del grupo chileno 89 Puñaladas mientras dibujaba y pintaba la piel de Facundo. No Castro sino Parodi, el hijo de María Eva Barabini, valiente militante que al igual que todes quienes alzaron su voz cuando El Brujo estaba desaparecido, fueron perseguidos por la maquinaria encubridora y disciplinadora de Cambiemos y las alas adictas a los oficialismos de turno del Poder Judicial. Causas armadas, hostigamiento en redes, espionaje de sus vidas privadas, todo valía para invalidar lo que terminó siendo: Santiago nunca había salido de la Patagonia, cayó ahí porque los gendarmes que salieron a cazar indios por la orden política de Patricia Bullrich y Pablo Noceti entraron a la Lof con balas de plomo. Los peñi ya conocían el sonido de esos disparos, diferentes a los de goma cuando silban cerca (...)

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