viernes, 25 de septiembre de 2020

Lo que no se dice sobre la privatización y fusión de Bankia con CaixaBank, de VICENÇ NAVARRO

VICENÇ NAVARRO --- SEPTIEMBRE 17, 2020 

Vicenç Navarro: Catedrático Emérito de Ciencias Políticas y Políticas Públicas, Universitat Pompeu Fabra; Profesor de Public Policy, The Johns Hopkins University y Director del JHU-UPF Public Policy Center

  Las consecuencias de tales intervenciones 

 La posible privatización de Bankia y su fusión con CaixaBank ha sido una noticia que, como era de esperar, ha creado gran interés en los principales medios de información españoles, los cuales se han centrado primordialmente en la manera cómo se llevarían a cabo. Pero se ha prestado escasa atención al contexto político y económico en el cual se producirían tales intervenciones (que requerirían la aprobación de las autoridades y, muy en especial, del gobierno español, cuyo presidente, el Sr. Sánchez, parece inclinado a favorecerlas) y sus consecuencias para la sociedad española, no solo para los usuarios de tales entidades bancarias, sino también para la población en general, y para las clases populares en particular, que constituyen la mayoría de la ciudadanía de este país. En realidad, uno de los resultados de la privatización de Bankia y su fusión con CaixaBank es que sería un paso más hacia el fortalecimiento del pensamiento dominante en los establishments económicos y financieros del país, así como de los gobiernos españoles de las dos últimas décadas, cuyas políticas públicas neoliberales han perjudicado significativamente el bienestar de las clases populares de este país. Las reformas laborales regresivas y los recortes del gasto público han tenido un efecto devastador en el bienestar de tales clases, como ha quedado patente durante la pandemia. La pandemia ha mostrado esta realidad con toda crudeza. La pobreza de los servicios públicos del Estado del Bienestar (como la sanidad y los servicios sociales) y el gran incremento de la precariedad en el mercado de trabajo han contribuido a que España sea uno de los países europeos donde la pandemia ha causado más estragos en el bienestar de las clases populares. Tal fusión reforzaría todavía más la concentración bancaria y el excesivo poder político y mediático de la banca privada, la más extensa en términos proporcionales y la más poderosa de todas las bancas en la Unión Europea. No hay otro sector bancario privado en Europa más extenso y con un sector público financiero más reducido que el español. Un indicador -entre muchos otros- de la enorme influencia del sector bancario en la vida económica del país es que la supuesta agencia reguladora del sector bancario, el Banco de España, actúa, en realidad, como un lobby de la banca privada, transformando esta agencia pública en uno de los mayores promotores de las políticas neoliberales que han dañado enormemente, no solo el bienestar de la población como ya he indicado, sino también la eficiencia de la economía española. El descenso de los salarios y los recortes del gasto público, consecuencia de las reformas laborales regresivas y de las políticas de austeridad (medidas todas ellas promovidas por el Banco de España), provocaron un enorme descenso de la demanda doméstica (motor fundamental del crecimiento económico), causando el incremento de las inversiones de carácter especulativo (como las inversiones inmobiliarias) a costa de las inversiones de carácter productivo, creando la enorme crisis financiera del país, que llegó a destruir más de 3,5 millones de puestos de trabajo en España. Esta crisis creó, a su vez, el colapso de muchos bancos, que tuvieron que ser rescatados por el Estado. Bankia fue uno de ellos, recibiendo, entre 2012 y 2013, más de 24.000 millones de euros del Estado (de los cuales solo se han recuperado algo más de 3.000 millones). El Estado es, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que depende de la vicepresidenta tercera del Gobierno español y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, el que posee el 61,8% de Bankia. El excesivo y antidemocrático poder de la banca privada en España La banca privada española siempre ha recibido un trato preferencial por parte del Estado español. En realidad, tiene un trato impositivo especial, pues es uno de los sectores con mayores beneficios y con menor carga impositiva de la UE y, por cierto, es uno de los sectores que tiene mayores depósitos en paraísos fiscales (...)
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