Rober Txivany Saez y Coordinadora 25S han compartido un enlace. loquesomos.org LQS. 2 Julio 2020
Esta nota es la continuación del artículo que publicábamos el mes de febrro de La transición ensangrentada, una introducción para el recuerdo de l@s asesinados y represaliados en esa época que nos han impuesto como ejemplo de democracia… a golpe de tortura, detenciones y 160 vidas segadas.
Ninguno de los crímenes aquí recordados han tenido su merecido castigo, ni siquiera han sido juzgados penal o políticamente como lo que son: asesinatos. Asesinatos de Estado.
1976
9 DE JULIO. SANTURCE (VIZCAYA)Norma Menchaca Gonzalo. 44 años. Celebraba en la calle con sus vecinos el Día de la sardina. En las cercanías se desarrollaba una manifestación a favor de la libertad de los presos políticos. Un grupo de guerrilleros de Cristo Rey, infiltrados entre los manifestantes y vestidos con la camisa de pescador y pañuelo al cuello, abrió fuego. Begoña recibe un tiro en la cabeza y muere. Otros dos vecinos, Sebastián Peña y José Unamuno, son heridos de gravedad.
Los autores del atentado son vecinos del pueblo, conocidos militantes de Cristo Rey. El hijo de la víctima acude al gobernador civil a denunciarles y, según declaró, es casi detenido él mismo. El juzgado de instrucción de Bilbao abre diligencias pero, apenas cinco meses después, las archiva “al no aparecer elementos suficientes para acusar a determinada persona como autor, cómplice o encubridor del delito perseguido”.
1977
12 DE JULIO. SÚRIA (BARCELONA)
Roque Peralta Sánchez: 27
años y padre de tres hijos de corta edad. Fue asesinado por un disparo
de un guardia civil en el trascurso de una protesta de unos 150 jóvenes a
los que se les impedía la entrada en el baile de las fiestas mayores de
la localidad. El alcalde de Súria había ordenado la obligatoriedad de
llevar corbata para poder acceder a la celebración y los jóvenes lo
consideraron una imposición anacrónica e injusta y se rebelaron contra
ello pidiendo unas fiestas populares. El sargento y dos números de la
Guardia Civil acudieron a “poner orden” resultando herido de muerte el
joven Roque Peralta. No hubo juicio, aunque de todas formas, el asesino
quedó exento de culpa después de que fuera aprobada la Ley de Amnistía,
en octubre de ese mismo año.
1978
(...)
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