Que "todos mataron igual" y "fue una guerra entre hermanos". Que
las fosas comunes son un invento. O que las víctimas buscan
"subvenciones". El franquismo sociológico lleva años –mucho antes de que
incorporáramos el concepto– alimentando fake news para
construir la Memoria de los vencedores. Un discurso que mantiene a la
sociedad española navegando, no pocas veces, entre la desmemoria y la
equidistancia ante el golpe de Estado, la Guerra Civil y la dictadura de
Francisco Franco.
El negacionismo, agitado últimamente por el auge de la extrema
derecha y su presencia en el Parlamento, ha inundado el discurso público
de lugares comunes repetidos como verdades que atentan contra la
denominada Memoria Histórica y desprecian el cumplimiento de los más
elementales Derechos Humanos. Aquí algunos ejemplos.
"Todos mataron igual"
Falso. La Guerra Civil suma medio millón de
muertos, en números redondos. El franquismo ejecuta (fuera del campo de
batalla) a unas 150.000 personas (la mayoría de los desaparecidos
forzados siguen en fosas comunes).
La retaguardia republicana acumula otras 50.000 víctimas. El resto
pierde la vida en el propio conflicto bélico. "Las investigaciones
exhaustivas llevadas a cabo permiten afirmar que, en términos generales,
la represión de los rebeldes fue aproximadamente tres veces superior a
la de la zona republicana", en palabras del historiador Paul Preston.
"Es necesario crear una atmósfera de terror (…) eliminando sin
escrúpulos ni vacilación a todo el que no piense como nosotros (…) todo
aquel que sea abierta o secretamente defensor del Frente Popular debe
ser fusilado", ordenaba el 19 de julio del 36 el general golpista Emilio
Mola. Y "en zona gubernamental no hubo plan alguno" aunque "la ausencia
de violencia por parte de los comités frentepopulistas que se formaron
por todo el país no les libró de aportar su cuota de sangre", explica el
historiador Francisco Espinosa Maestre.
"Era una guerra entre hermanos y dos bandos enfrentados"
Falso. Fue un golpe de Estado de parte de la
oligarquía económica, militar y religiosa contra la democracia y el
Gobierno de España que en julio de 1936 dirigía una coalición de los
principales partidos de izquierda denominada Frente Popular. No fue una
lucha cainita aunque hubiera, en casos particulares, familiares apoyando
a los golpistas o a los demócratas.
En gran parte de España no hubo guerra, entendida en términos
tradicionales. Un ejemplo: Cádiz, Huelva y Sevilla suman casi tantos
ejecutados como el terrorismo de Estado de las dictaduras de Argentina y
Chile juntas. En ese triángulo de Andalucía el golpe de Estado fascista
triunfa y no hay batallas reseñables, sí una represión sistemática que
deja unos 30.000 asesinados (...)
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