El ozono sigue siendo el contaminante atmosférico que año tras año afecta a más población y territorio en el Estado español, y el más estrechamente ligado a la crisis climática, por su relación con las altas temperaturas.

Tal y como se deduce del informe estatal sobre ozono elaborado por Ecologistas en Acción, sus niveles han repuntado respecto a los dos años de la pandemia (2020 y 2021) como consecuencia de las tres intensas y prolongadas olas de calor del verano, el más cálido desde al menos 1961, aunque sin alcanzar en general las concentraciones habituales en los años anteriores.