2/8/23
La economía humana ya ha consumido más recursos y servicios ecológicos que los que la Tierra puede regenerar. Cada año esta fecha se produce antes. 2 de agosto, apenas 200 días después del comienzo de año, y la humanidad ya ha consumido un planeta.
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2 de agosto, apenas 200 días después del comienzo de año, y la humanidad ya ha consumido un planeta. Hoy es el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra, la fecha en la que la humanidad ha consumido más recursos y servicios ecológicos de los que el planeta puede generar.
Estamos excediendo en un 74% la capacidad de los ecosistemas para regenerar los recursos naturales, según los datos que maneja WWF. “En términos económicos sería como agotar el saldo disponible y entrar en números rojos”, denuncian desde esta organización ecologista.
La fecha la calcula cada año Global Footprint Network, una organización internacional independiente que estudia los límites ecológicos de la Tierra. Ofrece un menú de herramientas para ayudar a la economía a operar dentro de los límites ecológicos del planeta centrándose en dos parámetros: la biocapacidad, o capacidad de regeneración biológica, y la huella ecológica, esto es, nuestra demanda de recursos.
Esta organización, sin embargo, constata que el “Overshoot day” cada vez se produce antes. Si en los años 80 se producía en noviembre y en los 2000 en septiembre, ya estamos a principios de agosto, acelerándose rápidamente.
Para vivir como hoy vivimos, a nivel global necesitamos 1,75 planetas, pero los países ricos son los mayores responsables. Si todo el mundo consumiese recursos como lo hace España —que tuvo su particular Día de Sobrecapacidad el 12 de mayo— serían necesarios tres planetas. En el caso de Qatar o Luxemburgo, serían nueve.
Estas cifras constatan que el planeta, y en mayor medida las naciones con más riqueza, vive por encima de la capacidad de regeneración de la naturaleza. La eficiencia en el uso de recursos y el decrecimiento son clave para frenar la destrucción de biodiversidad y la crisis climática. Es por ello que desde las organizaciones ecologistas claman por un cambio de modelo económico que frene la destrucción de biodiversidad y la crisis climática.
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